Más de dos centenares de belenes se reparten por la
región, según el censo que elabora la Asociación Belenista de Cantabria,
que este año cumple su 30 aniversario. En parroquias, en colegios, en
instituciones, asociaciones, colegios, lugares de culto o de reunión. La
tradición no se pierde y la asociación belenista se encarga de
transmitirla entre los jóvenes.
Un año más ha convocado el concurso de belenes, de
redacción sobre el belén, los mejores concursos de colegios y
parroquias, los belenes en los escaparates de las tiendas, lemas para el
belén y concursos de redacción. El concurso de belenes escolares está
patrocinado por EL DIARIO MONTAÑÉS, que concederá seis premios.
La asociación celebra cada año una misa belenista, que
en esta ocasión fue ayer, día de la Purísima, en la parroquia de Nuestra
Señora del Carmen de Nueva Montaña, en el inicio de un itinerario que
lleva a los belenistas por toda la región. El día 16, la misa belenista
será en la parroquia de Villapresente, con visita posterior al belén de
las monjas clarisas de Santillana del Mar.
Para los belenistas esta época del año es la de más
trabajo, a la búsqueda de elementos perecederos para montar las mejores
instalaciones, recorriendo lugares allí donde no hay quien monte los
belenes o asesorando a colegios y familias para montar un belén con
rigor. Aunque se deje lugar a la imaginación, como en el belén de los
Amigos del Ferrocarril, en el que los Reyes Magos llegan en un tren que
para en Belén. Esta 'libertad' a la hora de instalar belenes no es
trascendental, no quita sentido al belén . Como dicen los miembros de la
Asociación Belenista es otra forma de vivir la Navidad, sin olvidar que
se trata de un hecho trascendental para los cristianos, el nacimiento
de Jesús, que es Dios.
Cada belén tiene sus características particulares, como
el montado en el mercado del Este por Dolores Bravo junto con su hermana
Valvanuz. Es un nacimiento nevado, del gusto personal de quien lo
organiza. Y hay belenes interesantes, como el montado en el Hospital
Valdecilla. «Bajan a verlo los enfermos y los niños y tenerlo ahí
reconforta a muchas personas que sufren en el hospital», explica
Maricarmen Caramés, una de las veteranas belenistas, alma mater del
movimiento en nuestra región. Este belén hospitalario «lo monta Sor
Ángela, de la Cocina Económica», recalca Caramés.
Hay también repartidos por la región belenes
artesanales, como el realizado por el escultor José Luis Casal en
Campoo, en Cabezón de la Sal, en Noja y en Valdáliga. Y un belén
Viviente en Castro Urdiales. Y son también los centros escolares los que
se encargan de transmitir el movimiento belenista; como el colegio San
Agustín (avenida de Pontejos), Manuel Llano (Bajada del Caleruco), María
Auxiliadora-Salesianos (General Dávila) las operarias misioneras del
Sagrado Corazón (Cazoña) y el Padre Apolinar (Valdenoja).
Como cada año, la Asociación Belenista lanza un mensaje:
«Que nadie tire su belén viejo, ni las figuritas rotas, que las donen a
nuestra asociación. Con ellas pueden instalarse belenes en sitios donde
no hay dinero para comprarlo», dice Caramés. Las figuras pueden
entregarse en la calle Arrabal número 26 bajo.
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