El Ayuntamiento de Cabezón de la Sal ha contratado a nueve
desempleados del municipio para poner en marcha el proyecto ‘Atropando
Empleo II’, que se enmarca dentro de las Iniciativas Singulares de
Empleo, subvencionadas a través del Servicio Cántabro de Empleo. El
proyecto consiste en una experiencia piloto basada en el cultivo
hidropónico de hortalizas y plantas decorativas, en el que participarán
una ingeniera agrónoma y ocho operarios, que desarrollarán este trabajo
durante los próximos seis meses, hasta el mes de julio inclusive. El
Ayuntamiento ha puesto en marcha este proyecto con una subvención de
61.200 euros.
El cultivo hidropónico consiste en cultivar plantas sin
tierra, y que se alimentan a través de un sistema de riego, que contiene
la combinación de diferentes sales minerales con los nutrientes que
necesitan las plantas para su desarrollo. Las sales son diluidas en agua
potable y se aplica directamente en las raíces, de forma que no
necesitan de la tierra como soporte, ya que reciben los sustratos
minerales para su crecimiento a través del riego. Se trata de un tipo de
cultivo que está en auge, al contar con modernas técnicas de producción
ligadas a las nuevas tecnologías, como es el proceso de ozonización.
Los trabajadores se formarán de manera teórico práctica en
este moderno sistema de cultivo y podrán generar futuros negocios
ligados a este sistema de producción agrícola. El precio de producción
es sustancialmente inferior a la producción convencional y tiene un
mantenimiento notablemente menor.
El método hidropónico es un sistema sencillo, económico y
eficaz que permite disponer de cultivos muy rápidos, presentando una
serie de ventajas como un gran ahorro de agua (cerca del 90%), necesita
poco espacio, posee una gran eficiencia en el tiempo de producción
además de ser un sistema de trabajo libre de insectos y hongos gracias
al proceso de ozonización del agua.
La técnica de ozonización añade además una ventaja añadida,
puesto que supone un enriquecimiento de oxígeno al agua, la que, en
contacto con las raíces, posibilita un mejor crecimiento de la planta,
le atribuye capacidades desinfectantes de microorganismos, hongos,
esporas, etc, y permite un incremento en el volumen de la cosecha
incrementando, a su vez, la calidad final del producto.
Las inversiones necesarias para llevar a cabo este tipo de
cultivos también son considerablemente más bajas, pues se reducen costes
de producción, reduce los fenómenos climáticos adversos o los costes de
las semillas.
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