En Cantabria aún quedan 191 pasos a nivel. Son puntos negros de la red ferroviaria, en los que se han producido varios accidentes. Algunos de ellos mortales. Para eliminarlos, el Ministerio de Fomento aprobó en 2005 un plan de seguridad que aún no se ha ejecutado por completo. Cinco años después, la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) mantiene en la región 37 de estos pasos y se están realizando actuaciones encaminadas a la supresión de 14 de ellos. Estos cruces entre una vía férrea y una carretera o camino se suman a los de la red de Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (Feve) que todavía conserva en sus líneas en la región 154 pasos a nivel. De ese total, hay 25 incluidos en el plan de supresión o mejora. Estos datos significan que Feve todavía mantendrá 129 y Adif 23.
La adjudicación de las obras depende del Ministerio de Fomento que, en su plan de seguridad, invirtió 613.546 euros para la redacción de un estudio sobre los puntos donde se aconseja intervenir en Cantabria. Averiguar cuáles son es tarea ardua, al menos en agosto. Desde su departamento de comunicación facilitan el número de pasos de ambas compañías, pero no proporcionan información sobre dónde se ubica cada paso a nivel y qué actuación se está llevando a cabo en cada uno de ellos. Alegan que agosto es mes de vacaciones y que no pueden recabar esos datos.
Pero en agosto, y en Casar de Periedo, el joven David González perdió la vida en uno de estos cruces, devolviendo así a la actualidad el debate sobre los riesgos que acarrean estos tramos de vía, llamados a desaparecer.
La existencia de cruces de carreteras u otras vías de comunicación con la línea férrea es una situación heredada del desarrollo histórico del ferrocarril. La cifra de aproximadamente 10.000 pasos a nivel existentes en toda España a mediados de los años 70 del siglo pasado se ha ido reduciendo notablemente, al tiempo que se ha evolucionado en la implantación de medidas de protección en aquellos que han seguido prestando servicio.
En Cantabria, en los últimos dos años, han fallecido dos personas por accidentes en uno de estos pasos: en 2009, un tren de mercancías de Feve arrolló a un automóvil que estaba parado en un paso a nivel de los denominados tipo C en las inmediaciones del apeadero de Villaverde de Pontones. Como resultado del choque murió el conductor del coche, un hombre de 79 años.
El atropello del joven de Casar de Periedo, mientras conducía una motosegadora, también se produjo en uno de los pasos de camino a fincas de Feve. Se da la circunstancia de que este punto es uno de los que la compañía pretende eliminar a corto plazo.
Elevado
En el proyecto, del que ya se tenía conocimiento en el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal con anterioridad al accidente mortal, el Ministerio de Fomento planea convertir ese punto en un moderno y seguro paso elevado para cruzar las vías de andén a andén sin peligro alguno para los peatones. Desde la Delegación del Gobierno en Cantabria aseguran que es muy probable que la obra se realice el próximo año 2011 y no afectaría sólo al lugar donde perdió la vida David González ya que se unirá con otro paso de camino próximo, también en el municipio de Casar de Periedo.
Pero no sólo la administración debe velar por la seguridad. Los peatones y conductores deben de hacer caso de las señales que advierten sobre estos pasos. Nunca deben cruzar con las barreras bajadas, aunque crean que disponen de tiempo suficiente para hacerlo, como ocurre en muchos lugares. Los informes realizados por Fomento concluyen que la mayor parte de los accidentes mortales se deben a imprudencias de las propias víctimas.
La adjudicación de las obras depende del Ministerio de Fomento que, en su plan de seguridad, invirtió 613.546 euros para la redacción de un estudio sobre los puntos donde se aconseja intervenir en Cantabria. Averiguar cuáles son es tarea ardua, al menos en agosto. Desde su departamento de comunicación facilitan el número de pasos de ambas compañías, pero no proporcionan información sobre dónde se ubica cada paso a nivel y qué actuación se está llevando a cabo en cada uno de ellos. Alegan que agosto es mes de vacaciones y que no pueden recabar esos datos.
Pero en agosto, y en Casar de Periedo, el joven David González perdió la vida en uno de estos cruces, devolviendo así a la actualidad el debate sobre los riesgos que acarrean estos tramos de vía, llamados a desaparecer.
La existencia de cruces de carreteras u otras vías de comunicación con la línea férrea es una situación heredada del desarrollo histórico del ferrocarril. La cifra de aproximadamente 10.000 pasos a nivel existentes en toda España a mediados de los años 70 del siglo pasado se ha ido reduciendo notablemente, al tiempo que se ha evolucionado en la implantación de medidas de protección en aquellos que han seguido prestando servicio.
En Cantabria, en los últimos dos años, han fallecido dos personas por accidentes en uno de estos pasos: en 2009, un tren de mercancías de Feve arrolló a un automóvil que estaba parado en un paso a nivel de los denominados tipo C en las inmediaciones del apeadero de Villaverde de Pontones. Como resultado del choque murió el conductor del coche, un hombre de 79 años.
El atropello del joven de Casar de Periedo, mientras conducía una motosegadora, también se produjo en uno de los pasos de camino a fincas de Feve. Se da la circunstancia de que este punto es uno de los que la compañía pretende eliminar a corto plazo.
Elevado
En el proyecto, del que ya se tenía conocimiento en el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal con anterioridad al accidente mortal, el Ministerio de Fomento planea convertir ese punto en un moderno y seguro paso elevado para cruzar las vías de andén a andén sin peligro alguno para los peatones. Desde la Delegación del Gobierno en Cantabria aseguran que es muy probable que la obra se realice el próximo año 2011 y no afectaría sólo al lugar donde perdió la vida David González ya que se unirá con otro paso de camino próximo, también en el municipio de Casar de Periedo.
Pero no sólo la administración debe velar por la seguridad. Los peatones y conductores deben de hacer caso de las señales que advierten sobre estos pasos. Nunca deben cruzar con las barreras bajadas, aunque crean que disponen de tiempo suficiente para hacerlo, como ocurre en muchos lugares. Los informes realizados por Fomento concluyen que la mayor parte de los accidentes mortales se deben a imprudencias de las propias víctimas.
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