La variante de Oyambre: De ningún sitio a ninguna parte

La Consejería de Obras Públicas ha reiniciado las obras de la variante de Oyambre: Es decir, un proyecto que va de ningún sitio a ninguna parte machacando un Lugar de Interés Comunitario de la Red Natura 2.000 protegido por la UE, en pleno Parque Natural de Oyambre –sin PORN ni PRUG que lo ampare lo que añade mayores sospechas sobre la búsqueda de impunidad en tal iniciativa–, reforzando exclusivamente el proyecto de favorecer la continuidad de la práctica deportiva privada en un campo de golf que, según sentencia firme reciente, ha de ser restituido al estado natural en que se encontraba el sistema dunar que ocupa en la actualidad, destruyendo uno de las zonas húmedas litorales de carrizales y salceras mejor conservadas de nuestra costa, sin valorar otras alternativas, en su caso, mucho más baratas económicamente, más beneficiosas socialmente, y más respetuosas ecológicamente que acabar de rellenar la marisma de Los Llaos y abrir una brecha en la densa y compacta mancha boscosa que había resistido hasta ahora, y dejando al margen la urgente neutralización de los vertidos de aguas residuales a la playa, la restauración paisajística y la recuperación para el uso público de los terrenos pertenecientes a la franja marítima-terrestre y el deslinde de Costas que han ido ocupándose por zonas de acampada, garitos y tejavanas ante la inhibición o complicidad de las distintas Administraciones.

Exigimos la paralización inmediata de las obras, el desmantelamiento de los rellenos –cuyo supuesto asentamiento, tal como la Consejería de Obras Públicas explicaba como causa del retraso de las obras, no hace más que delatar la marisma sobre la que se asienta la variante–, la restitución del lugar a su estado natural, y la depuración de las responsabilidades cometidas en los hechos denunciados que trasladamos, simultáneamente, a la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, la Demarcación de Costas, la Dirección del Parque Natural, las Consejería de Desarrollo Rural y Obras Públicas, y la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea. Y anunciamos movilizaciones en todos los ámbitos para conseguir el archivo definitivo de este atentado ambiental y este derroche de fondos públicos que no resuelve ningún problema para la circulación o el aparcamiento de vehículos ni para la conservación del paisaje, las dunas y los ecosistemas litorales.

Por Emilio Carrera