José Díaz vio ayer cómo se quemaba su coche en Cabezón de la Sal. El joven iba conduciendo cuando fue avisado por una pareja de que salía humo del vehículo, un Ford Mondeo rojo que tenía desde hacía dos años y medio, por lo que inmediatamente salió del coche e intentó sofocar el fuego con dos extintores. «No sirvió de nada, por lo que llamé a los bomberos», aseguró. Los efectivos consiguieron apagar el fuego minutos más tarde. José salió ileso del accidente y todo quedó en un gran susto. (Fotos)
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