El representante de los grupos ecologistas en el
Patronato del Parque Natural de Oyambre, Emilio Carrera, exige que se
"depuren" responsabilidades penales, políticas y económicas una vez que
el Tribunal Superior de Justica de Cantabria (TSJC)
ha dictaminado que la variante de Oyambre no se ajusta a la legalidad y
que hay que restaurar los terrenos en los que se empezaron las obras.
Un día después de que se haya hecho pública la sentencia,
y en un comunicado, Carrera ha opinado que depurando responsabilidades
en este asunto se evitaría "la reiteración de la figura del delito sin
delincuente", algo que, a su juicio, "viene ocurriendo en las últimas
décadas en España y, particularmente, en Cantabria ".
Además, ha denunciado la "tolerancia, complicidad o
inhibición" que, a su entender, están demostrando todos los niveles de
las Administraciones Públicas tanto ministerios, como consejerías o
ayuntamientos, en los "graves impactos ambientales y en la nefasta
gestión del Parque".
También ha acusado de esto mismo a aquellos partidos políticos con responsabilidades de Gobierno.
Ha advertido de que el Parque "no ha hecho más que
degradarse desde su creación", hace ya casi 25 años, porque, a su
juicio, se ha hecho "caso omiso de las repetidas advertencias sobre las
consecuencias de sus actos y las sentencias contrarias que han ido
coleccionando" a lo largo de las últimas décadas en relación a distintas
actuaciones llevadas a cabo.
Entre ellas, ha citado los desmantelamientos del pabellón
polideportivo, el Camping El Rosal y la escollera del Pájaro Amarillo o
la anulación de los Planes parciales en Boria-Santillán y Santa Marina.
Además, ha señalado que están pendientes de resolver las
impugnaciones y recursos sobre el macroparcamiento de La Barquera, la
urbanización del solar de la nave de Albo, las viviendas de La Argolla o
la construcción del puerto deportivo en el interior de la ría.
Carrera se ha quejado de que, mientras tanto, "siguen sin
resolverse o corregirse" los "numerosos" impactos ambientales y sobre
el paisaje que, a su juicio, que afectan al Parque.
Entre otros,se ha referido a los vertidos de aguas
residuales y la ocupación de la franja marítimo-terrestre en torno a la
marisma y el arroyo de Los Llaos, el aplazamiento de la restitución del
campo de dunas a su estado original y la supresión del campo de golf,
las inundaciones del Puente Republicano en la carretera de Rioturbio, o
la, a su juicio, "depredadora" gestión forestal del Monte Corona, entre
otros.
También ha criticado las "negativas repercusiones" que, a
su modo de ver, han tenido sobre los singulares micropaisajes los
puentes de estructura de tablero sobre Zapedo, la Rabia, o los ríos
Escudo y Gandarilla, la conexión con la Autovía.
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