A las 13.00 horas de hoy desde la Dirección General de
Montes se daba por controlado un incendio forestal registrado en
Riclones, en el municipio de Rionansa.
En estos momentos, se tiene bajo vigilancia otros tres
puntos en los que se había detectado fuego pero que, por tratarse de
zonas altas de muy difícil acceso, no se puede actuar por razones de
seguridad. Uno de estos puntos está en La Cotera (también en el término
de Rionansa), otro en La Concha, en Calseca, y un tercero en la zona
alta del Miera.
Además, se han recibido dos avisos recientes de presencia de fuego.
Uno de ellos en Bostronizo (municipio de Arenas de Iguña), al que se ha
enviado una cuadrilla y un Técnico Auxiliar del Medio Natural (TAMN).
El otro, que se ha producido en Resconorio (Luena) está en fase de
evaluación.
El viento sur que ayer azotó toda la región y las
temperaturas, considerablemente más altas que en los últimos días, se
encargaron de avivar la veintena de incendios dispersos por los cuatro
puntos cardinales de la región.
Miera, Arredondo, Vega de Pas, Puente Viesgo, Castro
Urdiales, Medio Cudeyo, Los Tojos, Ruente, Mazcuerras, Cabezón de la
Sal, Cabuérniga, Alfoz de Lloredo, Celis... el fuego trajo en jaque a
las diferentes dotaciones de bomberos repartidas por Cantabria, que
tuvieron mucho trabajo para sofocar unos incendios avivados, por
ejemplo, por rachas de sur de más de 60 kilómetros por hora, como las
que se dieron en la zona pasiega, o de cerca de 50, como las que
azotaron la zona alta del valle de Cabuérniga, en el área de municipio
de Los Tojos. Al cierre de esta edición, los cerca de veinte incendios
permanecían activos.
Desde el inicio de este 2013, Cantabria se ha visto
afectada por cerca de 200 incendios forestales cifra que, aunque supone
un ligero descenso con respecto a las de otros ejercicios, no deja de
ser preocupante. Ante esta situación, desde la Dirección General de
Montes hacían, días atrás, un llamamiento a la prudencia, ya que
aventuraban que durante este mes de marzo, si hubiera rachas de viento
sur, los incendios, muchos de ellos producidos por las habituales quemas
de maleza, podrían incrementarse de forma considerable.
Los peores meses
El hecho de que el invierno haya sido bastante húmedo,
recordaba el director de Montes, Javier Manrique, ha hecho que hasta
ahora los incendios no hayan sido demasiado numerosos, aunque recordó
que, tradicionalmente, los meses de enero, febrero, marzo y abril son
los que suelen sufrir un mayor número de incidencias.
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