Los 10.000 del Soplao intensifica las medidas de seguridad
alrededor de las pruebas que se celebrarán este fin de semana en
Cantabria. La organización contará en esta edición con la ayuda extra de
la Guardia Civil de Montaña, que aportará el helicóptero de rescate en
caso de que fuese necesario, así como con la colaboración de Bomberos,
Protección Civil y más de 200 voluntarios. La VII edición de 'El infiero
cántabro', como es conocida la Marcha entre los participantes, ha
decidido «dar un paso adelante en la precaución y seguridad», reconoció
Jesús Maestegui, presidente del Club MTB Cabezón de la Sal, organizador
del prueba. La cita deportiva que más participantes reúne de cuantas se
celebran en la región requiere de una amplia infraestructura que
necesita ser coordinada. Por ello, la organización se reunió ayer con la
Dirección Provincial de Tráfico. «Nos han pedido que seamos muy
cuidadosos y nos han exigido que lo hagamos bien. Es comprensible, por
eso este año contamos con los mayores medios», añadió.
Se extremarán las precauciones, se trabajará de una manera
mucho más intensa en la señalización de los recorridos y se prestará
mucha más atención a la colocación de los vehículos de apoyo. «Nos han
dicho que nos van a apoyar y eso nos da mucha confianza y nos obliga a
meternos presión para que todo salga perfecto». El encuentro entre la
organización de esta multitudinaria prueba deportiva y las autoridades
es ya costumbre desde que hace siete años se celebró la primera edición.
No obstante, el tamaño y la repercusión que ha obtenido ha hecho
pertinente, en esta ocasión, un análisis más profundo.
Respeto al entorno
Por otro lado, otro de los apartados que fueron debatidos
en el encuentro de ayer fue el relacionado con el medio ambiente.
«Solicitamos a los participantes que se respeten a sí mismos y al medio
ambiente. La Marcha circula por una parajes que debemos proteger y los
primeros que deben hacerlo son los propios deportistas», reconoció
Maestegui. La limpieza y la recogida de deshechos, botellas, papeles
será la labor de muchos voluntarios.
Las actividades deportivas comenzarán el viernes a las
23.00 horas con la salida de la Ultraman. 148 participantes partirán de
Cabezón de la Sal dispuestos a recorrer los 113 kilómetros de carrera a
pie de que se compone esta exigente disciplina. A la tremenda exigencia
que conlleva la distancia se suma el añadido de que los participantes
deberán completarla, prácticamente, de noche.
A las 8.00 horas del sábado, día 18 de mayo, compartirán la
salida el resto de disciplinas que componen esta edición. Cabezón de la
Sal volverá a ser un auténtico hervidero con los 3.805 'bikers', los
2.000 'andarines', como se les denomina a los inscritos en la Ruta a
pie, así como los 420 corredores del maratón y los 73 valientes que
desafiarán a la montaña, tanto a pie como en bicicleta. Los clásicos
acordes de la canción del grupo australiano AC/DC, 'Thunderstruck',
romperán en silencio de la localidad cántabra, a tan temprana hora, para
despedir la caravana deportiva. Uno de los momentos más espectaculares
del día.
De entre todas las pruebas que han ido sumándose al extenso
programa de actividades, la que se mantiene desde la primera edición y
que se ha convertido en su signo de identidad es la Marcha en bicicleta
de montaña. Este año, y siempre pensando en la seguridad de los
ciclistas, la organización ha variado la parte final del clásico
recorrido. En lugar de regresar a Cabezón de la Sal por el Alto del
Moral, la carrera tomará rumbo a Correpoco y, posteriormente, subirá al
Moscaorio, alto de Carmona y atravesará Ruente camino de Cabezón de la
Sal. La modificación no añade más distancia a la Marcha, pero sí más
exigencia dado que los últimos tramos son aún más duros e incluyen una
zona técnica que aún dificultará más el paso a los ciclistas.
La nieve que pudiera existir en el alto de Cruz de Fuentes,
techo de la prueba, podría obligar a una variación de última hora, sin
embargo las previsiones apuntan que no será necesaria.
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