Más de 600 alumnos pertenecientes a centros educativos de
toda Cantabria visitaron el Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal
durante el mes de mayo. Los pequeños recorrieron las cabañas, en las que
se recrea cómo vivieron los primeros cántabros hace más de 2.000 años.
La semana pasada visitaron el centro de interpretación
alumnos de segundo de Primaria del colegio Ramón Laza. También acudió un
grupo de estudiantes del colegio Mateo Escagedo de Camargo, que pasaron
la mañana en el poblado descubriendo sus cabañas y su muralla.
Alumnos del colegio María Inmaculada y lo más pequeños del
colegio José Arce Bodega, ambos de Santander, también pasaron la mañana
en el recinto, «de donde salieron encantados», explicó la monitora del
Taller de Empleo de Turismo, Sara Campo-Cossío.
Los pequeños realizaron una visita guiada adaptada a su
edad y más tarde participaron en una serie de talleres. «Con los niños
de Infantil se hacen cuadros de plastilina en los que se construye una
pequeña cabaña», detalló. También se hacen cabañas con barro, palos y
piedras, en miniatura, empleando los materiales con los que se
construían las viviendas originales.
De esta forma se cumple la función didáctica del Poblado
Cántabro de la que hablaba el concejal de Turismo, Gustavo González
Monterrubio, hace un año, cuando se abrían de nuevo las puertas de este
centro de interpretación, que ha recibido más de 9.000 visitas desde
entonces y que hasta ahora ha permitido recaudar unos 10.000 euros.
El objetivo era sacar partido al centro de interpretación
de Cabezón «desde el punto de vista estudiantil» para que los pequeños
vean el proceso de construcción de una cabaña y conozcan la forma de
vida de los hombres de hace 2.000 años.
La techumbre de las cabañas del Poblado están siendo
reparadas desde el pasado mes de marzo con el objetivo de que no se
filtre el agua cuando llueve. Los trabajos, dirigidos por el diseñador
de las instalaciones, Ángel Ocejo, «se encuentran a punto de finalizar»,
explicó la alcaldesa de Cabezón de la Sal, Esther Merino. El material
con el que se están rehabilitando los tejados de las cabañas es un
arbusto de escoba que se da en la región, con lo que se pretende
mantener la permeabilidad de las cabañas y dotarlas de mayor robustez.
Se conserva así el atractivo turístico más importante de la
localidad, cuya entrada cuesta actualmente un euro y que está dando
constantes alegrías al equipo de gobierno, «porque desde que lo
relanzamos no hemos parado de recibir visitas», certifica la alcaldesa.
0 Opiniones...Anímate a participar :
Publicar un comentario