Nuevas agresiones sobre Oyambre

12 junio 2013

El representante de los grupos ecologistas y conservacionistas
de Cantabria en el Patronato del Parque Natural de Oyambre, Emilio
Carrera, ha denunciado que el espectacular hundimiento de la
carretera de Oyambre, a la altura de Labraña y en el borde de la
playa de Merón, se añade en los últimos tiempos a los corrimientos
de tierra y desplazamientos de arenales en diversos puntos que van
desde La Argolla –donde las viviendas recién construidas acabarán
viéndose afectadas y cuyo vial perimetral ya ha dado testimonios de
inestabilidad– hasta las playas de El Pájaro Amarillo y La Maza o los
tramos que bordean los taludes de los campos de dunas del golf de
Oyambre, tanto en su playa exterior como en la interior de las rías
de La Rabia y Zapedo

Estos fenómenos erosivos son, entre otros bien recientes como
los que se han producido en torno a El Puntal de Laredo, Sonabia-
Oriñón, Ostende, Santoña, Noja, Ajo e Isla, Somo-Loredo, la costa
norte de Santander y el interior de la Bahía, Liencres y la
desembocadura del Pas, Suances, o las rías y acantilados de Tina
Mayor y Tina Menor, un síntoma, según el representante ecologista,
del grave estado de abandono y degradación que sufren nuestras
costas y, sobre todo, de la mayor influencia del cambio climático y
la subida del nivel del mar, el aumento de la frecuencia e intensidad
de los temporales, la mayor presión del potencial erosivo del oleaje,
el aumento de los riesgos para las infraestructuras, instalaciones y
accesos en los bordes litorales…, y ponen en evidencia la necesidad
urgente, por lo tanto, de un programa integral de retranqueos
generalizados y servidumbres mucho más exigentes en la línea de costa
y zonas húmedas adyacentes –rías, estuarios, marismas...– de los usos
y actividades en playas, acantilados, muelles, paseos, aparcamientos,
áreas residenciales, campings..., para prevenir que se repitan
situaciones como éstas, evitar los daños que pudieran producirse, y
corregir, así, los numerosos y frecuentes impactos ambientales y
sobre el paisaje que han venido deteriorando la biodiversidad y la
calidad de los atractivos turísticos de Castro Urdiales a Unquera.

Por otro parte, Emilio Carrera recordó que si estas agresiones
ecológicas –y económicas no se olvide–, fueran pocas, la reciente
autorización del gobierno de Cantabria para el arranque mediante
buzos de los campos de algas o gelidium (caloca) en área de San
Vicente y de Santoña va a a provocar daños irreversibles al destruir
unos ecosistemas marinos ya muy castigados que son la garantía del
hábitat y la reproducción de numerosas especies susceptibles de una
pesca artesanal, de bajura y sostenible, además de perjudicar a los
recolectores tradicionales de algas de arribazón, mucho más
respetuosos con los ciclos naturales en el aprovechamiento y la
regeneración de ese recurso; una autorización que se hace sin
disponer de la cartografía y los estudios adecuados, sin haberse
desarrollado previamente proyectos de investigación para la
exploración de fondos marinos como el LIFE-INDEMARES –que han
permitido en diversos lugares descubrir, incluso, nuevas especies–, y
sin haberse declarado, aún, ningún Área Marina Protegida, tal como ha
venido reclamando el representante ecologista en el Patronato desde
la creación del Parque de Oyambre o, más recientemente, desde que se
aprobara su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales.

Emilio Carrera. Representante de los grupos ecologistas y
conservacionistas en el Patronato del Parque Natural de Oyambre.

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