
Tan fino como en pleno mes de julio. Con la misma sonrisa
de siempre, pero con la mirada un tono más triste. Resignado. Juan José
Cobo (11-2-1981, Torrelavega) busca equipo.El ganador de La Vuelta
España 2011 corre riesgo de quedarse en paro. Dos años después de ser
aplaudido en lo alto de un podio en el que al mirar hacia abajo veía a
Chris Froome, Cobo se ha quedado en silencio. «He dejado pasar dos años
claves». Lo reconoce.No se esconde. Sus achaques morales pudieron más
que sus piernas. Entrena cada mañana «como cualquier año», pero su
teléfono no suena. La crisis y «los resultados que no he conseguido» le
han ‘descolgado’ del pelotón. Movistar y Caja Rural, únicos equipos
españoles, «ya han dicho que no» a su incorporación y su futuro «está
cerca de una escuadra continental extranjera». No le importa bajar un
escalón «para regresar con los mejores al año siguiente». Quiere correr.
Tiene ganas. Sus piernas piden prórroga.
–Con la temporada finalizada y sin equipo, ¿cómo es un día en la vida de Juanjo Cobo?
–Como otro año cualquiera. La idea es seguir corriendo y
por ello sigo preparándome y cuidándome como siempre por si sale algo.
Es eso pienso.
–¿Cuál es su estado físico y anímico?
–Físicamente estoy bien.Salgo en bicicleta 4 o 5 días a la
semana, ahora empezaré a salir ya todos los días y anímicamente estoy
tranquilo. Sé perfectamente porque estoy en esta situación y lo
reconozco. Tengo ganas de correr y me encuentro bien, eso es muy
importante.
–¿Por qué un ganador de la Vuelta a España hace apenas dos años se ha quedado sin equipo a día de hoy?
–En mi caso, además de la crisis que afecta al ciclismo y
que está haciendo desaparecer equipos y dejando sin sitio a los
ciclistas, los resultados que no he conseguido estas últimas dos
temporadas han sido determinantes. Cada uno tiene que ser realista y la
culpa es mía. No he respondido como debía y entiendo perfectamente lo
que pasa.
–¿No le sorprendió que Movistar decidiera no renovarle?
–No, para nada. Es normal. Ellos me ficharon y esperaban
unos resultados y yo no los he tenido. El equipo no tiene la culpa, cada
uno es responsable de sus entrenamientos y sus carreras.
–¿Qué es lo que ha pasado estas dos últimas temporadas?
–En la primera, en el Tour de Francia fui de menos a más,
pero llegó La Vuelta y no rendí al 100%. No estuve bien. En cambio, este
año, desde enero hasta mayo estuve cinco meses fuera de casa preparando
el Giro. Concentraciones en altura, carreras... Llegó el Giro y en la
primera etapa me di un golpe en la pierna y perdí tiempo.Se puede decir
que ahí dije adiós a la temporada.
–¿Otra vez su cabeza pudo más que sus piernas?
–Entrené muy duro y yo soy un corredor que si fallo un día
me cuesta rendir al día siguiente. Hay otros que saben hacer borrón y
cuenta nueva. Son cosas que pasan y no puedo hacer nada contra ello. Son
golpes morales.
–Usted
eligió Movistar cuando en octubre de 2011 era el corredor del momento,
¿cómo puede valorar aquella decisión dos años más tarde?
–Bien, por su puesto.El equipo no tiene la culpa de mis
resultados. En aquella ocasión, Geox desapareció, y con todas las
plantillas ya cerradas se puede decir que Movistar se quedó con el
ganador de La Vuelta a España a un precio asequible. Yo había tenido ya
la experiencia de estar en el equipo en 2010 y esperaba repetirla y
mejorarla.
–Alejandro Valverde, Rui Costa, Nairo Quintana, Juanjo Cobo... ¿Demasiados ‘gallos’ juntos?
–La calidad de los compañeros te ayuda a motivarte.Sirve de
motivación. Son corredores que siempre andan y por eso siempre es más
fácil trabajar. Probablemente todo gira en torno a que yo no he podido
devolver la confianza que se depositó en mi, no he sabido aprovechar las
oportunidades y he dejado pasar dos años claves.
–Si
uno mira su trayectoria y sus triunfos, no es descabellado pensar que
su rendimiento coincide siempre cuando a su lado tiene a Josean
Fernández Matxin.
–Él me descarga de presión, me quita peso. Es más amigo que
director y me da confianza. No me pone objetivos concretos y un
calendario cerrado y al final los resultados llegan. No sé qué decir,
pero es cierto que con él sí han salido las cosas bien.
–Matxin confirmó en este periódico que propuso su fichaje a los responsables de Lampre.
–Sí, y se lo agradezco. Hemos hablado varias veces y sé que
él ha propuesto que me hagan un hueco.Matxin es ahora director, no es
como cuando estaba en Geox, y sólo puedo agradecer que se acordara de
mi, más en un equipo como Lampre que ahora mismo puede tener al ciclista
que quiera. Hay que ser realista.
«No hay sitio para todos»
–¿Maneja alguna oferta o mantiene contactos con alguna escuadra?
–De momento nada. Se está hablando con algún equipo pequeño
para ver si podemos salvar el año y volver la temporada que viene otra
vez a la primera línea. Mi intención es correr y quizás haya que dar un
paso atrás para volver a estar con los mejores.
–En España cada vez es más difícil encontrar un equipo.
–Tan sólo hay dos, Movistar y Caja Rural, y los dos ya han
dicho que no. También está el Burgos Continental, pero es muy difícil
que pueda correr allí.Con la Fundación Euskadi ya sabemos como están las
cosas después de la desaparición de Euskaltel.Mi futuro puede que esté
en una escuadra continental y no en un equipo UCI Pro Tour y además,
extranjera.
–¿No le asusta tener que salir a otro país para correr?
–No. Hay que conocer de todo. Está claro que tengo que
asimilar que ya no estaré en la primera línea porque todos los años de
profesional he estado en equipos que han corrido las mejores carreras,
pero ahora es lo que toca. Es una esperanza, una ilusión y será otro
nivel. Hay que aprender y me vendrá bien, incluso, para la vida aprender
un idioma y otra cultura. Me ayudará a crecer y luego ya veremos.
–Su
situación es la misma que la de tres de los mejores corredores
españoles: Luis León Sánchez, Samuel Sánchez e Igor Antón ¿Tan mal está
el ciclismo?
–No hay sitio para todos. Hay cuarenta o cincuenta
ciclistas en el pelotón profesional en una situación parecida. Además,
influye que hay corredores cuyo palmarés y su cachet es determinante.Es
entendible. Cada uno pide en función de lo que cree que merece. Otros
buscan esa libertad de poder elegir calendarios y carreras.
–Póngase en el peor de los casos.En 2014 se queda sin equipo, ¿qué hará?
–Pues si no encontrase nada seguiría como un cicloturista
más. Montaría en bicicleta porque es lo que me gusta y me tendría que ir
al paro. Después, a buscarme la vida. No queda otra.
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