Otro museo, por caridad

 El equipo de gobierno de Cabezón de la Sal ha aprobado la aceptación del uso del comedor de la Caridad de Carrejo, donde proyecta ubicar el futuro Museo de la Biodiversidad, haciendo de esta manera «efectiva y real» la cesión que de estas instalaciones hizo «de forma verbal» en 2009 la Fundación Comedor de la Caridad de Carrejo. El acuerdo, cerrado en la última sesión plenaria, tendrá validez hasta el año 2035.

El espacio, que actualmente emplea la Junta Vecinal de Carrejo-Santibáñez para realizar exposiciones, será previsiblemente empleado para la creación de un museo de la taxidermia adaptado a los invidentes. Para que los vecinos dispongan de otra ubicación donde realizar las actividades que se llevaban a cabo en el comedor de la Caridad, el Ayuntamiento de Cabezón aceptó también la cesión de la Casa del Cura, situada en Carrejo.

La vivienda, en este caso, será destinada a un centro social para la Junta Vecinal de Carrejo y Santibáñez. Las obras para convertir este edificio en centro cultural se realizarán con cargo al Plan de Obras Regional y contarán con un presupuesto de 81.780,21 euros, con los que se pretende acondicionar y rehabilitar este espacio para que los vecinos puedan hacer uso del mismo.

Según explicó esta semana el concejal de Servicios, José Luis González Conchas, el proyecto aún está «en fase de estudio» pero si la idea prospera, «se convertirá en el único museo de la biodiversidad adaptado para invidentes en España» tal y como aseguró hace unos meses la alcaldesa, Esther Merino.

La iniciativa, que se encuentra «'en ropa interior'», ha sido promovida por el empresario Nicolás Franco, que gestiona un Museo de la Taxidermia en Madrid.

Para invidentes

 

Si todo sale de acuerdo con lo previsto, el Museo de la Naturaleza que ya existe en Carrejo se verá complementado con este segundo museo, cuya principal particularidad será su adaptación a las personas invidentes. Además, señaló Merino, será «más extenso que el actual».

El Museo de la Naturaleza de Carrejo abrió sus puertas en el año 1989 bajo la dirección del Gobierno regional (entonces Diputación Regional). Desde su apertura al público, el recinto se ha convertido en todo un referente de la naturaleza en Cantabria con una gran colección de especies disecadas.

Precisamente por eso, se ha valorado Carrejo como el lugar más adecuado para abrir este nuevo museo. Es el punto de entrada a la Comarca Saja-Nansa, con toda su riqueza natural. Además, servirá para promocionar el turismo en esta zona. Un turismo que Merino pretende «venga todo el año y no sólo en la época estival», aunque, recalca la alcaldesa, «de momento es sólo una idea» sobre la que se han intercambiado algunas palabras entre posibles inversores y los promotores. «Por ahora no hay nada firmado, sólo una negociación».

Amplia oferta cultural

 

Cabezón de la Sal se está convirtiendo en un municipio con un buen número de museos, ya que recientemente se inauguraba también el Museo de la Textil, un espacio donde se puede visualizar el proceso por el que pasa una tela hasta que se convierte en una prenda. La idea partió del empresario Ricardo Pons, que se encargó de recopilar toda la maquinaria necesaria para crear este santuario de la confección. De momento sólo lleva un mes abierto, pero el museo promete. Además, se encuentra justo debajo del Museo del Traje Regional, que también ha recibido un buen número de visitas en el último año.

La larga lista de museos abiertos en el municipio deja patente la intención del equipo de gobierno local: «que Cabezón de la Sal no sea sólo un lugar de paso», dice el concejal de Turismo, Gustavo González, «sino un lugar en el que detenerse para aprender».

Claro que la amplia oferta cultural del municipio no queda aquí. En pleno casco histórico se ubica también el Calabozo del siglo XIX -una antigua cárcel hecha museo- y muy próximo al centro de la localidad se erige la que es, sin duda, su exposición estrella: el Poblado Cántabro que reproduce la vida de nuestros antepasados.

Si el Museo de la Biodiversidad adaptado a las personas invidentes llega por fin a construirse y abrirse, Cabezón de la Sal acabará convirtiéndose en uno de los mayores exhibidores del patrimonio cultural regional que existen en Cantabria, gracias, en parte, a la Caridad.