Réplica sobre contaminación verbal en Oyambre

13 enero 2015

     Las acusaciones a los ecologistas de oponerse a la limpieza del arroyo de Los Llaos en Oyambre y propiciar las inundaciones de algún establecimiento próximo sólo son comprensibles desde una visión completamente parcial e interesada basada en la filosofía que se desprende de aquel proverbio chino "Cuando el dedo señala la luna, algunos sólo miran al dedo".
 
Y es que, en primer lugar, no sabemos de dónde se desprende en nuestras denuncias que nos opongamos a la limpieza del arroyo. Al contrario, siempre y desde hace muchísimo tiempo  proponemos una rehabilitación ambiental de carácter integral que elimine los vertidos–y los focos de emisión– que han ido sedimentándose en el cauce y contaminando la playa. Y, a la vez que  restaure las dinámicas fluviales e intermareales del conjunto de la marisma y la cuenca del arroyo mediante la suficiente altura de desagüe de los caudales hacia su desembocadura –lo mismo que la entrada de mareas y temporales tierra adentro– lo que supondría levantar la calzada de la actual carretera sobre un puente con las luces adecuadas (y eso aceptando esta solución frente al desvío del trazado por el borde sur de la marisma que sería lo más apropiado). Y, por supuesto, acabar con los rellenos de la zona húmeda,  de las ocupaciones de terrenos públicos, del Dominio Público Hidraúlico, de la Franja Marítimo-Terrestre y de la variante anulada que han roto la capacidad de amortiguación que desempeñaba esta marisma ante los períodos de grandes precipitaciones o altos coeficientes de marea. 

   Y, en segundo lugar, nosotros lo que reclamamos es el respeto a los procedimientos obligados por las leyes que las propias Administraciones, cuyas competencia confluyen en este espacio, deben cumplir de manera ejemplarizante en lo que se refiere a los cauces fluviales en la información pública, estudios de impacto ambiental, criterios técnicos de intervención en estos ecosistemas y normas vigentes en la gestión del Parque, de la misma forma que, imaginamos, los propietarios o usufructuarios de las actividades que se han consolidado en el entorno de marisma y el arroyo de Los Llaos habrán cumplido, también, con los procedimientos administrativos en las licencias de construcción y apertura, el desarrollo de sus negocios o la localización de sus instalaciones.

    Por otro lado, no sabemos si será sólo ingenuidad o puro desconocimiento –por no pensar en otras estrategias de distracción– afirmar que nuestras denuncias son las que impiden que los organismos correspondientes resuelvan el problema al que hacen referencia los afectados. Justamente, de nuevo, lo contrario: Si se hubieran aceptado nuestras propuestas en la ordenación y la rehabilitación integral del conjunto de aquel espacio se habrían resuelto los problemas de las inundaciones; y, todavía más, se estarían adoptando las medidas preventivas –junto a las de la regeneración del resto de las marismas y zonas húmedas adyacentes a este tramo del litoral y en la totalidad del frente marítimo del Parque– que está reclamando los cada vez mayores impactos del cambio climático, la subida del nivel del mar, y la virulencia e intensidad de los temporales sobre la costa. Todo ello sin perjuicio de tratar de resolver problemas particulares mediante permutas, retranqueos y localizaciones mucho más respetuosas y seguras mediante los instrumentos legales y financieros de los que dispone la Administración y el propio Parque siempre que, en este último caso, los afectados tengan la suerte que no hemos tenido nosotros de encontrar a un Patronato que lleva en paradero desconocido tres años y cuyos informes preceptivos y obligados para la gestión de Oyambre estarán posiblemente en el limbo.
  
    Finalmente, lo que no contribuye nada a situar estas polémicas –a las que estamos abiertos en cualquier escenario y circunstancia– en términos de la mínima racionalidad y respeto mutuo son afirmaciones como las realizadas a través de algún medio de comunicación que reproducimos literalmente para vergüenza propia y ajena desde este homenaje de la letra impresa al soporte digital: "Ecologismo y comunismo iguala sueldos de europa y bolsillos vacíos para los que en realidad son dueños y a la vez más ecologistas que aquellos que dicen llamarse para cobrar los regatos y arrollos es decir lo mismo hay que abrirlos por necesidad no por capricho o es que hace falta que se ahoge uno para hacerlo (merendero_lapradera). "Esos que se llaman ecologistas son los que viven del cuentu, son los mariguaneros de pelo largo, y los que dirigen se llevan su dinero y el nuestro porque bajo el nombre de una asociación a poner el cazu, pero el cuentu se acaba y estos estan ya mas fichaos que alcapone". "Los ecologistas pagan su cuota y su representante se lleva su dinero y la justicia dicta sentencia (nazarioytina_269).  Una contribución insuperable, como se ve, a la literatura surrealista, a la ciencia-ficción y a la profunda comprensión de la realidad que surge, imparable, desde la gramática de las nuevas tecnologías y desde el anonimato, el insulto o la injuria que, con demasiada frecuencia, contamina esta taberna global.

 Emilio Carrera. Representante de los grupos ecologistas y conservacionistas de Cantabria en el Patronato del Parque Natural de Oyambre.

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