Los representantes sindicales de CCCO y CGT en Correos, Juan Carlos Aizpurua y José Luis Ortiz, respectivamente, han anunciado hoy en rueda de prensa la convocatoria de esta protesta, que forma parte de un calendario de movilizaciones que los trabajadores de este servicio público secundarán en todo el Estado a partir del 15 de marzo.
Si el Gobierno no atiende sus peticiones, las protestas desembocarán en una huelga general de todo el servicio, ha explicado el representante de CCOO, un sindicato que, con CGT, representa al 80 por ciento de los cerca de 700 trabajadores de Correos en Cantabria.
Los sindicalistas han denunciado que, con su "desidia", el Gobierno está sometiendo a Correos a un "apagón postal", porque solo financia este servicio con 74 millones anuales, cuando su coste real es de 240.
Ese recorte de inversiones, que en Cantabria ha sido de un 65 por ciento en el último año, se ha traducido en la pérdida de 130 puestos de trabajo y en deficiencias en el servicio de reparto en municipios como Castro Urdiales, Cabezón de la Sal, Maliaño y Potes, donde ya no se distribuye correo todos los días.
Según el delegado sindical de CGT, hay localidades de Cantabria donde el correo no se distribuye durante tres y cuatro días por falta de personal.
Con sus protestas, los sindicatos también pretenden que se firme un convenio colectivo que garantice la estabilidad en el empleo y mejore las condiciones salariales de los trabajadores.
Según José Luis Ortiz, hay trabajadores que sólo cobran 1.200 euros brutos, los repartidos utilizan su propio vehículo a cambio de 0,22 céntimos el kilómetro y no se reconocen como enfermedades profesionales las bajas producidas por dolencias derivadas, por ejemplo, de las inclemencias meteorológicas.
A estas carencias, los sindicatos suman la trasposición de una directiva comunitaria, que permitirá a operadores extranjeros prestar servicios postales en España, lo que obligará a Correos a competir con unas compañías que, según CGT, "sí están recibiendo ayudas" públicas.
Los sindicalistas han opinado que el objetivo de los recortes es privatizar el servicio. EFE-Cantabria
Si el Gobierno no atiende sus peticiones, las protestas desembocarán en una huelga general de todo el servicio, ha explicado el representante de CCOO, un sindicato que, con CGT, representa al 80 por ciento de los cerca de 700 trabajadores de Correos en Cantabria.
Los sindicalistas han denunciado que, con su "desidia", el Gobierno está sometiendo a Correos a un "apagón postal", porque solo financia este servicio con 74 millones anuales, cuando su coste real es de 240.
Ese recorte de inversiones, que en Cantabria ha sido de un 65 por ciento en el último año, se ha traducido en la pérdida de 130 puestos de trabajo y en deficiencias en el servicio de reparto en municipios como Castro Urdiales, Cabezón de la Sal, Maliaño y Potes, donde ya no se distribuye correo todos los días.
Según el delegado sindical de CGT, hay localidades de Cantabria donde el correo no se distribuye durante tres y cuatro días por falta de personal.
Con sus protestas, los sindicatos también pretenden que se firme un convenio colectivo que garantice la estabilidad en el empleo y mejore las condiciones salariales de los trabajadores.
Según José Luis Ortiz, hay trabajadores que sólo cobran 1.200 euros brutos, los repartidos utilizan su propio vehículo a cambio de 0,22 céntimos el kilómetro y no se reconocen como enfermedades profesionales las bajas producidas por dolencias derivadas, por ejemplo, de las inclemencias meteorológicas.
A estas carencias, los sindicatos suman la trasposición de una directiva comunitaria, que permitirá a operadores extranjeros prestar servicios postales en España, lo que obligará a Correos a competir con unas compañías que, según CGT, "sí están recibiendo ayudas" públicas.
Los sindicalistas han opinado que el objetivo de los recortes es privatizar el servicio. EFE-Cantabria
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