Jasmine Murillo es colombiana y lleva nueve años viviendo en Cabezón de la Sal. Su hijo, de 15 años, es uno de los imputados por la brutal agresión al secretario del IES Valle del Saja. El cargo que se le achaca es omisión de socorro.
«Me parece muy grave lo que ha ocurrido, pero mi hijo no ha hecho daño a nadie. Le he preguntado por lo sucedido y me ha dicho que lo vio todo pero no se metió. No se le puede acusar sólo por que estuviera allí sentado», señaló Jasmine en declaraciones a este periódico.
A este menor se le abrió este curso un expediente disciplinario, por lo que se le expulsó temporalmente del centro, al que todavía no se ha incorporado a pesar de haber cumplido su sanción.
«Sé que mi hijo no es un santo en el instituto, pero siempre se le culpa de todo lo que pasa. Más de una vez chavales del centro le han gritado insultos racistas, y una vez recibió una paliza por este motivo», aseguró su madre.
«Me parece muy grave lo que ha ocurrido, pero mi hijo no ha hecho daño a nadie. Le he preguntado por lo sucedido y me ha dicho que lo vio todo pero no se metió. No se le puede acusar sólo por que estuviera allí sentado», señaló Jasmine en declaraciones a este periódico.
A este menor se le abrió este curso un expediente disciplinario, por lo que se le expulsó temporalmente del centro, al que todavía no se ha incorporado a pesar de haber cumplido su sanción.
«Sé que mi hijo no es un santo en el instituto, pero siempre se le culpa de todo lo que pasa. Más de una vez chavales del centro le han gritado insultos racistas, y una vez recibió una paliza por este motivo», aseguró su madre.
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