Soto-Penagos entrará en servicio en primavera

Red Eléctrica de España (REE) ultima estos días los trabajos de construcción de la línea de alta tensión con el horizonte de finalización puesto en marzo. Después, la infraestructura entrará en fase de pruebas durante un periodo de entre 15 días y un mes para, posteriormente, ser conectada al sistema eléctrico español.

Se trata, junto a Sama-Velilla, de una de las autopistas eléctricas cruciales para el desarrollo eléctrico regional. Y es que, según explican técnicos de REE, el tendido no sólo reforzará la seguridad de suministro de Cantabria -donde culmina el trazado- y el Principado y la capacidad de evacuación eléctrica en ambas regiones sino que, además, dará una mayor seguridad al conjunto de la red.
En la actualidad, únicamente hay dos líneas de 400 kilovoltios que interconectan el Principado con el resto del sistema, Soto-La Robla y Lada-La Robla, lo que no sólo dificulta la evacuación de la energía que se produce en la comunidad y el desarrollo de nuevos proyectos de generación sino que conlleva el riesgo de que el Principado pueda quedar convertido en una 'isla energética' si se producen incidencias en la red. Nada descabellado teniendo en cuenta que ambos trazados discurren por zonas de alta montaña y se ven sometidos a condiciones climatológicas muy duras lo que aumenta el riesgo de avería.

Además, si falla una de esas líneas se lesiona el resto del sistema, con el consiguiente peligro para el Principado de quedar convertido en una isla.

De los 183 kilómetros de longitud del trazado de Soto-Penagos, 120 se ubican en Asturias, donde atraviesa hasta trece concejos. Entre ellos, Ribera de Arriba, Oviedo, Siero, Parres y Cangas de Onís. En la vecina comunidad de Cantabria, atraviesa los municipios de Cabezón de la Sal y Penagos, localidad que se ubica a tan sólo 24 kilómetros de la capital cántabra.

Con la puesta en marcha de la línea, en la que se han invertido 102 millones, se pondrá el punto y final a 22 años de tramitación administrativa cargados de polémica por la oposición de numerosos ayuntamientos y de colectivos sociales. Las demandas presentadas llegaron hasta el Supremo y obligaron a REE a paralizar las obras. Hay que recordar que fue en 1989 cuando el tendido comenzó a tramitarse como infraestructura de utilidad pública.

Aunque la construcción del trazado arrancó en 2000, dos años después las obras fueron paralizadas después de que el Tribunal Supremo sentenciara que el Consejo de Ministros vulneró la legislación al autorizar los cambios introducidos por REE sobre el trazado original sin someterlos al preceptivo procedimiento de evaluación de impacto ambiental. En el lado asturiano, los trabajos habían llegado a completar el 80% de la instalación de las torres de alta tensión previstas y el 40% del cableado.

Tuvieron que pasar otros cuatro años para que el Ministerio de Medio Ambiente aprobara la declaración de impacto de la línea en una resolución en la que consideraba «ambientalmente viables» las siete variantes introducidas en el trazado original por REE.

El Consejo de Ministros aprobó en diciembre de 2006 un acuerdo para la ejecución de estas variantes de la línea y ese mismo año REE llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Piloña para desbloquear el paso por este municipio de la línea. Pero entonces fue el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el que exigió una declaración de impacto ambiental de la totalidad de la línea de alta tensión obligando a retrasar varios meses más la ejecución del proyecto.

Pero mientras que Soto-Penagos está a punto de ver la luz, el futuro de la otra gran autopista eléctrica, Sama-Velilla, planteada en 1983, sigue siendo incierto.

De momento, los técnicos de REE han tenido que reconocer que la puesta en servicio de esta infraestructura, prevista para finales de este año, se retrasará, al menos, hasta 2014 por la falta de declaración de impacto ambiental, un trámite éste que podría demorarse ante la cercanía de los próximos comicios autonómicos y municipales, cuyos intereses han marcado durante años el desarrollo del proyecto.