La primera piedra del Centro de Interpretación de Oyambre

14 marzo 2011

Llegan las elecciones: el martes se pone la primera piedra de la restauración de la Casa del Pozo como Centro de Interpretación del Parque Natural de Oyambre. Y esperaremos sentados a un concurso de ideas, abierto y público –con sus bases, con sus plazos, con su tribunal, con sus procedimientos reglados…–, para garantizar la igualdad de oportunidades a quienes deseen participar en tal iniciativa.


Pero, al igual que ocurriera con la convocatoria de operarios y guías –cuya lista de beneficiarios sigue sin hacerse pública y sin que los cientos de aspirantes rechazados hayan tenido oportunidad de realizar reclamación alguna– para trabajar en Oyambre, la gestión del Parque, a pesar de la aprobación del PORN, sigue basándose en la pura arbitrariedad, en la inseguridad juridical y ambiental, y en la más burda propaganda electoral.

Y tomemos como ejemplo la Casa del Pozo: ¿Dónde están los recursos y las garantías presupuestarias con el calendario concreto de ejecución? ¿O dónde el proyecto preciso para, en su caso, con un período de información pública –ya que se ha descartado el concurso de ideas– hacer las sugerencias o aportaciones que se crean necesarias? ¿Creen que es suficiente una fugaz reunión del Patronato para despejar todas las dudas al respecto?

¿O cómo es que llegan ahora las prisas cuando han pasado años –décadas– viendo como el edificio se arruinaba y se retrasaba una y otra vez el comienzo de una obra que ahora se encarecerá más, presenta mayores dificultades de accesos e integración paisajística y ambiental –sobre todo por el pésimo tratamiento que el enlace de la autovía supuso para la cola de la marisma y la vieja carretera de La Acebosa con sus centenarias hileras arboladas–, y plantea –de lo poco que hemos podido saber– una solución sumamente arriesgada al introducir un modulo prismático en una tipología tan singular y compacta como es la Casa del Pozo?

Pero hay más: ¿Cómo es que no se ha contemplado, de forma paralela, y con criterios más descentralizados y equilibrados, un proyecto de restauración del conjunto de testimonios más relevantes del Patrimonio Cultural para convertirlos en Centros de Interpretación e Información como debería ocurrir con la antigua Torre de ballenas y sede del golf de Oyambre, la Casa del Guarda del Monte Corona o el entorno de La Rabia y Trasvía, beneficiando así al conjunto de los municipios que aportan terrenos al Parque?

¿Y cómo no hay un reparto –sin perjuicio, por supuesto, de actuar, también con la maxima urgencia en detener el expolio que ha sufrido la Casa del Pozo– lo suficientemente ambicioso como para evitar la ruina definitiva de ejemplos tan relevantes como el Lazareto de Abaño, el entorno de la Virgen de la Barquera –tan amenazado por falta de recursos para evitar su urbanización intensiva–, el camino histórico de Santa Marina, la batería de Ubiembre, las antiguas colonias de la ILE y la Estación de Biología Marina o el conjunto de elementos del mal llamado Patrimonio menor de ermitas, molinos fluviales y de marea, fuentes, arboledas, boleras, puentes …., por citar solo algunos necesitados de protección inmediata o de realización práctica de licencias o proyectos que no acaban de ejecutarse, junto a otros paisajes o lugares con un alto grado de naturalidad o valores ambientales que siguen sin planes concretos de corrección o neutralización de los impactos o agresiones que están sufriendo?.

Por Emilio Carrera. Representante de los grupos ecologistas y conservacionistas de Cantabria en el Patronato del Parque Natural de Oyambre


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