El futuro de los 400 perros que malvivían en una finca del pueblo de Torres (Torrelavega) está desde ayer en manos de la Asociación para la Protección y Adopción Canina (Aspacán). La protectora laredana se ha hecho cargo de la gestión de la perrera después de que Regina Macho y Carmen Orio se hayan visto forzadas a dejar las instalaciones ante la avalancha de críticas que ha recibido su gestión.
Tras la renuncia de las dos vecinas de Cabezón de la Sal, los voluntarios de Aspacán entraron en la mañana de ayer en el centro y se encontraron con numerosos desperfectos en las instalaciones, entre ellos, mangueras de suministro de agua rotas, casetas de obra sin pareces y la desaparición de una construcción metálica donde guardaban la comida para los animales. Los responsables de la protectora laredana achacan estos desperfectos a la «mala fe» de las señoras antes de abandonar la perrera.
Trabajo de voluntarios
Lo primero que hicieron los voluntarios fue darles de comer. Se encontraron varios perros en mal estado de salud e, incluso, uno de ellos tumbado en un zarzal agonizando.
Durante toda la jornada realizaron tareas de limpieza, para lo que se han establecido turnos, ya que estas labores se prolongarán en el tiempo ante la lamentable situación del centro. Las numerosas asociaciones animalistas y antiguos colaboradores de las dueñas de Capab han venido denunciado todo tipo de irregularidades respecto a la salud de los perros y la salubridad de las instalaciones, hasta el punto de que este colectivo que dirigían Regina Macho y Carmen Orio desde hace casi dos décadas, fue retirado por la Consejería de Ganadería del registro de protectoras tras detectar graves irregularidades en materia de sanidad y bienestar animal.
La actitud que han venido manteniendo estas dos señoras en los últimos meses, negándose a abandonar el centro, obligó a la Consejería a realizar dos desalojos en los que se rescató a una veintena de perros, algunos de los cuales ya han sido adoptados. El primer desalojo se hizo efectivo el pasado 14 de febrero con el rescate de diez perros que fueron trasladados a una finca de Hermosa (Medio Cudeyo).
«Campo de concentración»
La semana pasada fueron rescatados otros diez. Ganadería y Aspacán tuvieron en esta ocasión el apoyo de la Asociación para la Protección de Animales y Plantas de Santander (Asproán), que fue la encargada de acoger a estos animales. El presidente de Aspacán, Francisco Javier Gutiérrez, reconoció ayer sobre el terreno «el trabajo terrorífico» que tienen por delante para que este centro deje de ser «un campo de concentración» y pase a ser un «lugar digno» para los animales. Por su parte, el director general de Ganadería del Gobierno de Cantabria, Ismael Esparza, mostró su satisfacción por el cambio de gestión en el centro torrelaveguense.
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