Un espacio de aprendizaje para mayores de cincuenta

¿Quién dijo que aprender es cosa de jóvenes? Nunca es tarde para adquirir nuevos conocimientos, acortar distancias con la cultura o emprender proyectos recreativos con un trasfondo educativo.

Esta idea está cada vez más asentada entre la ciudadanía y ya no es tan extraño ver a personas de cualquier edad sumergiéndose en iniciativas de esta índole.

La siguiente cuestión es determinar dónde se pueden llevar a cabo este tipo de actividades.

En Cantabria, el centro de referencia en esta materia es la Universidad Nacional Aulas de la Tercera Edad, la Unate. La institución, fundada en 1978 junto a otras 23 aulas similares repartidas por toda España, proporciona a la población adulta un espacio para la formación y el ocio dentro de la región.

Actualmente, unas 3.500 personas participan en los cursos que organiza la institución, que cuenta con catorce extensiones culturales en la comunidad autónoma, ubicadas en Santander, El Astillero, Cabezón de la Sal, Los Corrales de Buelna, Medio Cudeyo, Laredo, Piélagos, Reinosa, Santillana del Mar, San Felices de Buelna, Suances, Torrelavega, Valdeolea y Villaescusa.

Más de treinta años de actividad avalan el buen hacer de esta universidad, cuyos objetivos se mantienen intactos desde su fundación. En palabras del presidente de la Unate, Modesto Chato, éstos son «promover el derecho de las personas mayores a acceder a recursos educativos, culturales y recreativos como vía para envejecer activa y saludablemente, permanecer integrados en la sociedad y participar plenamente en la vida económica, política y social de sus comunidades».

Programa y alumnado

Los cursos y actividades que ofrece la Unate se «circunscriben en la llamada formación permanente», un sistema que se concibe como un «proceso de aprendizaje continuo, a lo largo de toda la vida», explica Chato.
Como principal requisito para acceder a esta formación es necesario tener cincuenta años, límite mínimo para poder participar.

A partir de ahí, las puertas de la Unate están abiertas a «aquellos que quieran conocer y comprender la constante evolución de la sociedad actual y aprovechar parte de su tiempo en sí mismos», enumera Chato.

La propuesta que presenta el centro tiene «un enfoque integral. En respuesta al variado perfil de nuestros alumnos y acorde con el ritmo de los tiempos, organizamos actividades amplias y heterogéneas», asegura el presidente de la institución cántabra.

Con esta programación, la Unate «quiere contribuir a construir un nuevo rol, activo y participativo, de las personas de edad, haciendo que el aprendizaje ocupe un lugar prioritario en sus proyectos vitales», argumenta Chato.

Y, matiza, «en este sentido, nuestra institución les proporciona experiencias de aprendizaje y un entorno rico y estimulante, además de un espacio de comunicación y convivencia».

Procedimiento

En cuanto a la metodología que se aplica, depende mucho del tipo de actividad, «por ejemplo, en los talleres ocupacionales, el profesor hace un seguimiento individualizado del trabajo a realizar por parte del alumno. En cambio, en los seminarios y aula de idiomas, se sigue un temario en el que el profesor hace una exposición del tema que incluya ese día», comenta el responsable de la entidad.

No obstante, destaca, «evidentemente, en todas las actividades hay un programa didáctico con una serie de objetivos que se han de conseguir al finalizar el curso».

Pero, en general, la dinámica de las iniciativas que se emprenden desde la Unate tienen un carácter colaborador, abierto y participativo y, además, en la medida que las actividades lo permiten, se intenta realizar un seguimiento lo más cercano posible a cada alumno.

Una red institucional, en definitiva, que invita a los mayores a ser parte activa del entorno en el que viven y entrenar y potenciar sus capacidades intelectuales y físicas.

En Cantabria, el proyecto tiene éxito, gracias a un programa «amplio y heterogéneo que contribuye a que, tanto en Santander como el resto de extensiones culturales, las aulas cuenten con un alumnado dispar, motivado y con interés por seguir aprendiendo», concluye el presidente de la institución.