Un hotel de siete estrellas sobre raíles

A partir del mes próximo, cada semana rodará por Cantabria el considerado como uno de los dos mejores trenes turísticos del mundo. Quien quiera comprobarlo, no tiene más que abonar 3.750 euros, que es el precio por viajar y disfrutar de este hotel rodante que tarda ocho días en recorrer de extremo a extremo la Cornisa Cantábrica.

La presencia ayer de este tren en Santander permitió verle las tripas, una vuelta de tuerca del tradicional Transcantábrico hacia la suntuosidad, el confort y la exclusividad. FEVE llama a este nuevo producto 'Transcantábrico Gran Lujo'. De ser hotel en tierra firme tendría categoría de un siete estrellas: servicio y equipamiento de lujo y asistencia personalizada sobre raíles.

Se trata de otra forma de hacer turismo. Frente al crucero por mares calmados o el viaje a exóticos lugares en avión, este tren ofrece placer y tranquilidad, gastronomía y cultura a partes iguales. Cada semana a partir del 14 de mayo, los ocupantes de este Transcantábrico de Gran Lujo entre San Sebastián y Santiago de Compostela consumirán en Cantabria dos días y medio para disfrutar de la capital, de Santillana, de Comillas, de San Vicente de la Barquera, de Liébana, de Picos... con parada y fonda en Santander y Cabezón de la Sal.

El Transcantábrico de toda la vida tenía clientes y viajeros que solicitaban algo más. Según José Antonio Rodríguez, director de Trenes Turísticos de FEVE, la creciente demanda para disfrutar del ferrocarril desde este otro peldaño de lujo fue lo que movió a la compañía ferroviaria a poner en el mercado un nuevo producto. Aprovechando que una de las dos unidades del Transcantábrico debía entrar en talleres, FEVE remozó de cabo a rabo todo el convoy. Invirtió 2,5 millones de euros y en poco más de cuatro meses lo convirtió en el Gran Lujo que luce ahora.

Contra lo que pudiera parecer, no es tan fácil disfrutar de esta oferta: el tren ya tiene completas todas las plazas de los viajes programados entre mayo y junio. Y los restantes, según Rodríguez, ya cuentan con un alto nivel de reservas. la mayoría extranjeros. Para Cantabria, este tren «dinamiza la oferta turística», como afirma José Carlos Campos, director de Turismo, al tratarse de «un tren icono de bandera. Un lujo recibir cada semana este tren de lujo».

14 suites

El aforo máximo es de 28 personas. Las que caben en las 14 suites distribuidas en siete vagones, algunas con posibilidad de albergar un tercer acompañante. Cada una es diferente en su decoración y color, pero todas están dotadas de una cama de 150 por 200, armario, un salón dotado con sofá-cama, y baño completo, con bañera de hidromasaje y sauna. Cada suite, además, dispone de dos televisores, equipo de música, consola de videojuegos, ordenador con conexión a Internet, teléfono, minibar y climatización individual.

Las habitaciones se han diseñado de forma que sean un compendio del aprovechamiento de un espacio reducido hecho habitación de lujo, pero sin sensación de agobio. Al contrario, una vez dentro la impresión es de ligereza.
Completan este tren cuatro vagones de espacios comunes, uno de ellos panorámico, y otro como restaurante, así como un coche cocina bajo la supervisión del chef asturiano Ramón Celorio.