El Parlamento reduce el presupuesto a costa de podar los gastos de protocolo

02 agosto 2011

El Parlamento de Cantabria recortará un 5,05% el presupuesto del próximo año a costa del apretón de cinturón que sufrirán los grupos parlamentarios (un 10%), pero, sobre todo, gracias a la poda que ha metido su presidente, José Antonio Cagigas, a los gastos de protocolo, que ha menguado de forma ejemplarizante casi un 60%. Se acabó el vino y el canapé para los invitados de la Cámara regional. Y también suprime prácticamente la edición de libros. Los parlamentarios, sin embargo, mantienen el sueldo.
Dice Cagigas que el presupuesto de 2012, que asciende a 8.079.988 euros, es el más «restrictivo y austero» de la historia del Parlamento, que define como «el paradigma del hacer más con menos».

No en vano las cuentas del próximo ejercicio se retrotraen casi a niveles de hace seis años, cuando el presupuesto del Legislativo alcanzaba los 7,6 millones de euros. Desde entonces, las partidas fueron creciendo hasta que en 2010 sufrieron un estancamiento. Fue en el actual ejercicio de 2011 cuando el presupuesto de la Cámara soportó su primer reajuste, al reducirse un 5%. Este descenso se hizo a costa de la reducción salarial que impuso el Gobierno central a los funcionarios, y que secundaron los diputados regionales. No se tocó ninguna otra partida.
Pero el presupuesto que prepara ahora el nuevo presidente, cuyo borrador fue entregado ayer a los miembros de la Mesa del Parlamento, se ha hecho con tiralíneas para ajustar al máximo los gastos y suprimir aquellos «superfluos».
Populares, regionalistas y socialistas estudiarán esta semana el proyecto presupuestario y el próximo martes se volverán a reunir para su aprobación. Cagigas busca el consenso y quiere la unanimidad. Por eso está dispuesto a «recoger alguna enmienda» de los grupos políticos, pero con una única condición: «la austeridad más absoluta», enfatizó ayer en la presentación del texto.
El presidente había obtenido ya la anuencia de la oposición para reducir un 10% la asignación anual que reciben los grupos parlamentarios para su funcionamiento, así como la subvención por diputado. 
La primera pasa así de los 75.000 euros que ha recibido este año cada uno de los tres grupos (PP, PRC, PSOE) a los 67.556 euros que percibirán el próximo ejercicio. Por cada parlamentario (un total de 39) cobrarán 16.700 euros frente a los 18.000 actuales. Pero a estas cantidades hay que sumar los gastos de personal al servicio de los grupos, que se mantienen congelados, y que consumen la mayor parte de la subvención total a los grupos (dos millones de euros).
No obstante, la tijera que se ha metido a la asignación por grupo y diputado se traduce en una reducción más cosmética que de fondo, ya que el ahorro real no llega a los 75.000 euros.
Protocolo sin pincho
 
El verdadero ajuste llega de la mano del gasto del presidente. Cagigas ya dijo al tomar posesión que su bandera era la austeridad y la eficiencia, es decir, ese hacer más con menos que invocó ayer de forma reiterada como si fuera una letanía. Y de un tirón ha reducido un 60% la partida destinada a 'atenciones protocolarias y representativas', que ha pasado de 289.589 euros a 116.760. De manera que esos 172.829 euros que economiza el presidente, suponen el 40,2% del ahorro total de las cuentas. 
«Si había diez canapés ahora habrá cero. Es un compromiso que yo asumo personalmente», explica Cagigas, que empezó su mandato hace un mes eliminando el vino español de los actos de toma de posesión del presidente Ignacio Diego y de sus consejeros. También reducirá al máximo los fondos destinados a publicaciones de libros. En contrapartida, la propuesta de Cagigas es mantener los sueldos de los diputados (un total de 970.000 euros), apenas un 0,89% más que el ejercicio anterior debido a que un parlamentario pasa de cobrar sólo dietas a media jornada.
El apartado dedicado a personal eventual, que es el personal de confianza del presidente y de los miembros de la Mesa del Parlamento, se recorta un 16,7%, aunque apenas supone un ahorro de 42.000 euros, al pasar de 250.980 a 209.000. Esta asignación está incluida dentro del capítulo de gastos de personal que se mantiene prácticamente igual, con una subida global de 0,97% (hasta un total de 3,9 millones).
Menos subvenciones
 
También mengua un 5% el capítulo destinado a financiar subvenciones a entidades públicas, que pasa de los 2,4 millones de euros a 2,2, que incluye la reducción de la asignación a los grupos parlamentarios y por diputado. 
El Parlamento subvenciona cada año a fundaciones públicas, entidades locales, empresas privadas e instituciones sin fines de lucro. Así, el recorte afecta a las ayudas que el Parlamento concedía al Festival Internacional de Santander (se queda en 26.805 euros), a la Universidad de Cantabria (48.450 euros), a los ayuntamientos de Cabezón de la Sal con motivo del Día de Cantabria (1.780), y de Reocín por el Día de las Instituciones (1.780). Se mantienen, sin embargo, las subvenciones a las federaciones de Bolos (2.130 euros) y Remo (2.130), y a ADIC por su aportación al Día Infantil de Cantabria (3.500). La ayuda a la Casa de Europa se parte a la mitad y queda en 5.015 euros. 
El presidente José Antonio Cagigas también meterá la tijera a las ayudas que reciben los medios de comunicación por su tarea de divulgación de la actividad parlamentaria. Así se lo ha hecho saber a los representantes de estas empresas, a quienes advirtió que habrá recortes sustanciales en estas subvenciones.
El capítulo de inversiones se mantiene igual y el de activos financieros (concesión de préstamos fuera del sector público) desaparece prácticamente.

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