Nieves Gutiérrez ordeña a diario las 54 vacas que pastan en
su explotación lechera de Casar de Periedo, en Cantabria. Su marido,
Francisco García, se encarga de alimentar al ganado y segar el campo.
Ambos se han dejado la piel en su negocio familiar, y ambos viven de él
desde que se casaron hace 30 años. A efectos legales, sin embargo,
Francisco es el propietario de la explotación y Nieves, una simple
"ayuda familiar". Una definición perversa tras la que se esconden más de
400.000 mujeres cónyuges o hijas de dueños de explotaciones agrícolas
que llevan años sin derechos ni visibilidad.
El pasado jueves fue
Francisco quien tuvo que ordeñar las vacas porque Nieves estaba en
Madrid, viendo cómo se aprobaba en el Congreso de los Diputados la Ley
de Titularidad Compartida, según ella, "un día histórico para las mujeres rurales".
Más de 400.000 mujeres sólo figuran como «ayuda familiar»
Entre
otras muchas cosas, porque dejará de pedir a su marido la autorización
para hacer las gestiones de la explotación. "Me dolía moralmente tener
que ir a hacer papeles con el permiso de mi marido. Y a él también le
dolía", asegura Nieves, que explica que suelen ser las mujeres quienes
se encargan de la burocracia de las explotaciones. "No podíamos firmar nada ni pedir subvenciones
porque en los recibos de la finca no aparecía nuestro nombre por ningún
lado", añade Nieves. Eso se debe a que antes no era posible registrar a
dos titulares en una misma granja y se optaba, habitualmente, por el
hombre. De hecho, el 71% de los propietarios de explotaciones agrarias
son varones y el 82% de las mujeres trabajan en las fincas en calidad
de cónyuges o hijas.
Derechos al 50%
A partir de ahora
está situación cambiará. Las mujeres tendrán acceso al crédito, a las
compras y a los contratos porque aparecerán en los papeles como
propietarias de la explotación, explica la Federación de Asociaciones de
Mujeres Rurales (Fademur), que el pasado jueves vio cumplida en el
Congreso una de sus reivindicaciones históricas.
El 71% de los propietarios de las explotaciones son hombres
"Con esta ley se genera una nueva realidad en el mundo de la agricultura, dando oportunidades en términos de igualdad a quienes trabajan en las explotaciones familiares", afirmó recientemente la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar.
Para
lograr esta igualdad, la ley contempla tres opciones: crear una
sociedad de responsabilidad limitada, con unos estatutos específicos;
inscribir una unidad económica en el Registro de Titularidad Compartida;
o bien recibir el reconocimiento de los derechos económicos por el
trabajo realizado.
Sea cuál sea la fórmula elegida, las mujeres
van a tener asignados ingresos propios, es decir, que podrán hacer su
declaración de la renta de manera individual. Además, tendrán la mitad de los derechos y las cuotas de producción
con que cuente la explotación, detalla Fademur. Las subvenciones y los
créditos también se concederán al 50% entre los dos propietarios.
"Lo
importante ahora es que las mujeres estén informadas y que ninguna deje
de pedir la titularidad compartida por ignorancia", asevera Nieves.
Tras seis años reivindicando sus derechos como trabajadora desde
Fademur, esta mujer de 51 años denuncia que hasta hoy "nadie creía en el
potencial de las mujeres rurales". La Ley de Titularidad Compartida
llega tras más de dos años de tramitación, por lo que Nieves se sintió
"realmente satisfecha y orgullosa" de que, por fin, dice, "se hablara de
las mujeres rurales en el Congreso".
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