Las aguas se han retirado hace días, pero los afectados,
los vecinos y los distintos municipios afectados no ha dejado de exigir
remedios para que no vuelvan a repetirse las inundaciones en los ríos
Saja y Deva. Sus quejas han tenido eco y los efectos no han tardado en
llegar. Al menos en forma de propósito y para los perjudicados por el
desbordamiento del Saja. Han conseguido que la solución a sus problemas
sea prioritario, y así se lo han reconocido los organismos oficiales a
los alcaldes de Cabuérniga, Mazcuerras y Cabezón de la Sal, tres de los
municipios que la pasada semana se vieron afectados por la crecida del
río.
Gabriel Gómez (Cabuérniga), Francisco Javier Camino
(Mazcuerras) y Esther Merino (Cabezón de la Sal) estuvieron ayer
reunidos con el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, a quien acompañaban
varios técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
Algunos alcaldes, como el de Cabuérniga, ya se habían movido con
antelación pues la pasada semana presentó informes dando cuenta de los
daños producidos en su municipio.
Ruiz les aseguró que el propósito es abordar cuanto antes
los problemas que el Saja causa en los tres municipios y, sobremanera,
de actuar en los puntos más conflictivos del cauce, intervenciones
prioritarias dado que amenazan viviendas y personas. Al parecer, los
técnicos tienen los proyectos para ejecutar unas obras -defensas,
escolleras o retirada de piedras, entre otras- en puntos como Renedo,
Sopeña, Mazcuerras, Villanueva y Ontoria, aunque el inicio lo marcaría
el momento en que el Ministerio de Medio Ambiente dé el visto bueno a
las referidas obras y a la partida económica para afrontarlas. El
presupuesto global estaría en torno a los 800.000 euros.
Los vecinos de Molleda esperan similar interés. Este
pueblo de Val de San Vicente y ribereño del Deva es el más afectado cada
vez que el río salta la carretera o cada vez que el arroyo de Prío baja
en torrentera por las lluvias e inunda la vega y las casas situadas en
el barrio. El alcalde del municipio, Miguel Ángel González Vega, ha
enviado misivas y está a la espera de que la Delegación y la
Confederación den respuesta a sus solicitudes. «El Ayuntamiento lo único
que puede hacer son gestiones. La solución es de los técnicos, pero si
no vienen a verlo...», se lamenta el pedáneo de Molleda, Antonio
Tarano, sobre una cuestión que volvió a tratarse en la reunión del
consejo interterritorial del ayuntamiento que se celebró ayer. Su queja
es que aún no les han contestado.
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