Llega el buen tiempo y los vecinos de Cabezón de la Sal
reclaman el arreglo de la pasarela que une la localidad con Mazcuerras,
que tanto éxito cosechó entre los caminantes y amantes de la naturaleza
hasta que la estructura se viniera abajo el pasado mes de febrero como
consecuencia de las inundaciones. «Cada mañana paso por allí y veo que
las obras no han comenzado», explica Diana Gómez, que no ve el momento
de volver a realizar su paseo diario por Mazcuerras. «Ahora me tengo que
volver por la mies hasta Cabezón y antes atravesaba la pasarela y hacía
el recorrido completo», señala.
La estructura se encuentra desde hace cinco meses
pendiente de unas obras que no terminan de llevarse a cabo y el conjunto
deja mucho que desear desde que la riadas se llevasen por delante la
parte de la estructura que unía la pasarela con Mazcuerras.
El año pasado por estas fechas, ya eran muchos los
usuarios de esta pasarela ubicada en un entorno natural inigualable que
hacía del paseo una delicia. En aquel momento los alcaldes de ambos
municipios, Esther Merino (Cabezón de la Sal) y Mazcuerras (Francisco
Javier Camino) se sentían orgullosos de esta nueva pasarela que unía
ambas localidades con la que se recuperaba además una tradición, ya que
antes los vecinos cruzaban el río para pasar de un pueblo a otro.
A pesar de todo, parece que las obras no tardarán mucho
en iniciarse. Al menos así lo aseguró ayer la alcaldesa de Cabezón de la
Sal, Esther Merino, quien informó de que «finalmente se llevarán a cabo
en julio, cuando finalice la temporada de pesca». Explicó que ya está
todo preparado para el comienzo de los trabajos.
La reparación de esta pasarela se incluyó dentro del Plan
de Emergencia aprobado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico
a través del Ministerio de Medio Ambiente y las obras fueron
adjudicadas a una empresa de la región por un importe de 250.000 euros.
El objetivo de los trabajos es que la estructura vuelva a su «estado
original», explicó en su momento el concejal de Servicios, José Luis
González Conchas, quien aseguró que el responsable de Confederación
Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Rodríguez, «se comprometió a realizar
un seguimiento de los trabajos», dijo el concejal, quien espera que en
septiembre la pasarela pueda volver a ser utilizada por paseantes y
ciclistas. Las obras consistirán en alargar la escollera para que la
estructura no se venga abajo en caso de que vuelva a haber inundaciones y
en recuperar el camino que une la estructura con el municipio de
Mazcuerras, cortado ahora por el paso del agua.
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