Las máquinas de la empresa contratada por el propietario del negocio
de vinos Hijos de Martín Sánchez, en Cabezón de la Sal, comenzaron este
miércoles, a derribar el centenario almacén de vinos, ubicado en la
calle Virgen del Campo nº1, y que se encuentra en estado de ruina. Tras
varios días anunciándolo, la pala excavadora se comía el tejado del
viejo edificio ante la mirada atónita de varios vecinos. El propietario,
Miguel Álvarez Bolado, cumple así el requerimiento realizado por el Ayuntamiento de la localidad
de proceder al derribo del almacén de la mítica empresa y de la
vivienda anexa, “por el peligro que suponía por estar al lado de la
carretera y para los viandantes”, según manifestó el arquitecto
municipal, Moisés Castro.
Lo primero que se echará abajo será el almacén y luego la casa
contigua, detalló Miguel, que dijo sentir “muchísima pena” al ver como
desaparece el edificio que durante muchos años, y hasta el año 2004, en
que la empresa se trasladó al polígono de Las Navas, albergó el negocio
familiar. De hecho, la vivienda corresponde a finales del siglo XVIII y el almacén se construyó en el año 1925.
Aunque el derrumbe estaba previsto para el lunes (se retrasó por un
problema con la línea de teléfono) y ya habían comenzado a circular
algunas versiones sobre que se intentaría salvar el inmueble, finalmente
sobre las doce del mediodía las máquinas comenzaron a trabajar tras
vallarse la zona, frente al edificio Consistorial y en pleno casco
histórico del pueblo.
“Es una pena, porque creo que lleva ahí como 300 años ¿no?”, decía
una señora mientras observaba cómo tiraban el edificio. De hecho, Miguel
asegura que “han sido muchas las personas que nos han llamado para
preguntarnos. Se trata de un edificio emblemático y que desaparezca
provoca cierta conmoción”. Aunque con pena y nostalgia, efectivamente, la mayoría de los vecinos opina que “es mejor tirarlo, porque está en muy mal estado”. Ciertamente, las grietas y las humedades se estaban comiendo el edificio, abandonado desde el año 2004.
Con respecto al futuro uso de la propiedad, Miguel es claro: “nos
gustaría que la Administración pudiese invertir para emplearlo como
instalación municipal, que tanta falta hace, pero dado que la economía
municipal no está muy bien y es probable que no pueda hacer frente a un
proyecto de este tipo, lo venderemos a un promotor”. Y será ese promotor
el que decida qué hacer con este espacio.
El edificio, seña de identidad de Cabezón, se compone de la vivienda,
de 177 metros cuadrados, y del almacén (270 metros cuadrados), que se
construyó para ampliar el negocio. El actual propietario de la empresa
heredó el negocio de su abuelo, Martín Sánchez, que a su vez se lo dejó a
su hijo, Cipriano Sánchez y a su mujer. De hecho, fue la viuda de Cipriano la última persona que ocupó la vivienda, hasta el año 1971.
Desde entonces, las viejas y ennegrecidas paredes de este inmueble se
han ido deteriorando con el paso del tiempo y el abandono. Así, Miguel
ve estos días como se tira el edificio donde nació su negocio, justo el
año en que se cumplen 150 años desde su nacimiento.
Comienza el derribo del almacén de Vinos Sánchez
08 abril 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
1 Opiniones...Anímate a participar :
Pues que no han dado ni una
Publicar un comentario