Uno de los ingredientes fundamentales del Día de Cantabria en Cabezón de la Sal lo constituye el deporte rural y las muestras de todo tipo y colores de corte regional, rezumando sabor por doquier. Ayer, el plato fuerte de los deportes rurales fue la prueba de arrastre de narria por bueyes en la que participaron media docena de yuntas, cuatro de raza tudanca, soberbios bueyes de tiro, y dos de color; también animales de gran potencia y alzada, que con su comportamiento durante el tiro hicieron las delicias del público asistente.
La cita tuvo lugar en el centro Santiago Galas Arce de Ontoria. El arrastre fue cronometrado desde la tribuna por Lorenzo González, presidente de la Federación Cántabra de Deportes Rurales y alcalde de Valdáliga.
Se repartieron en premios 2.500 euros y la clasificación quedó así: Primero: La pareja de tudancos de Epifanio García, de Gandarillas; Segundo: Serafín López, de Lamadrid; Tercero: Carlos Fernández, de El Tejo; Cuarto: Leandro Pernía, de Trassierra; Quinto: Francisco García, de Gandarillas, y sexto Ángel González, de La Revilla.
Después se procedió al marcaje a fuego de varios potros y becerros tudancos difíciles de sujetar por unos mozos voluntarios que se hicieron con ellos a base de coraje y valentía, a pecho descubierto, fiándolo todo a la fuerza y la pericia. Resultó muy vistoso y espectacular por la manera de huir de los animales como alma que lleva el diablo. En el marcaje participó la alcaldesa de Cabezón de la Sal, Isabel Fernández, y concejales de todos los partidos con representación en la Corporación. Al final, el ganado realizó la tradicional pasá por las calles de Cabezón. Eso fue ya a partir de las nueve de la noche.
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