El presidente cántabro, Ignacio Diego, se ha trasladado al
punto donde hoy ha descarrilado un tren de cercanías provocando catorce
heridos, y ha dicho que, si no hubiera sido por unos árboles que han
frenado a uno de los vagones, "la trascendencia podría haber sido peor".
El descarrilamiento del tren ha provocado que las catorce
personas que viajaban en él hayan resultado heridas, en tres casos de
gravedad.
Esa salida de la línea ferroviaria se ha producido porque
unas piedras cayeron de una ladera cercana e invadieron la vía. Dos
vagones quedaron volcados y el primero del convoy cayó junto al río
Saja, que pasa por la zona.
Al llegar al lugar del siniestro -a donde también ha
acudido el delegado del Gobierno en Cantabria , Samuel Ruiz-, Diego ha
afirmado ante los periodistas que "la visión de los hechos impresiona".
Así, ha apuntado que el primer vagón del convoy "no sólo ha
volcado, sino que ha quedado retenido por dos árboles en la mismísima
orilla del río"
"Si no hubiera sido por estos dos árboles que lo han
contenido probablemente la trascendencia podría haber sido peor", ha
recalcado el jefe del Gobierno regional.
Diego ha destacado que ahora queda estar "pendientes" de la
evolución de los heridos, trasladados en su mayoría al hospital de
Sierrallana de Torrelavega y al de Valdecilla, en Santander.
El presidente cántabro ha añadido que la ministra de
Fomento, Ana Pastor, le ha llamado por teléfono al conocer el suceso y
se ofreció a desplazarse a Santander.
"Y lo ha hecho ya el presidente de Renfe que está en
camino", ha agregado Diego, que ha aludido al personal de Feve que
trabaja a estas horas para rehabilitar el tráfico ferroviario.
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