Cosío repite reinado en el Soplao

 

Eduardo Cosío (Osasunalde) se volvió a coronar en la V edición de la Marcha Cicloturista de los 10.000 del Soplao. El cántabro, ganador en 2010 y 2012, entró en solitario en la meta de Cabezón de la Sal, por delante de su compañero de equipo, David Busto, y de Ibon Garmendia, después de recorrer los 220 kilómetros de recorrido y de cerca de siete horas encima de la bicicleta (6.55.03). Los más de 1.400 participantes disfrutaron de un día de puro ciclismo en el que la adversa climatología de esta semana dio un respiro y permitió que las carreteras cántabras estuviesen pobladas de numeroso público que no se lo quiso perder. Sergio García fue el mejor en el recorrido corto de 105 kilómetros y Ángel Velázquez fue el más rápido de los valientes que se atrevieron con el de 315.

A las 8.00 horas, Cabezón de la Sal volvió a despertar con ruidos de piñones, cadenas y ánimos. Los primeros cincuenta kilómetros discurrieron tranquilos.La gran caravana disfrutó y decoró la zona de la costa occidental de Cantabria.Hubo tiempo hasta para las bromas. Todo terminó al paso por el Alto de Bielva. Aitor Portilla (Osasunalde), el auténtico protagonista del día, demarró llevándose a su rueda a Jon Pena. Portilla, que terminó quinto en la línea de meta, fue cabeza de carera más de 100 kilómetros. Junto a Pena ascendió Piedras Luengas y el Collado de Hoz. Más tarde, en el Alto de Ozalba, Portilla se marchó en solitario hasta que fue neutralizado por su compañero de equipo Eduardo Cosío y en el tramo que va desde Ozalba al último puerto del día, la Collada de Carmona, fue David Busto el que le dio alcance. El recital del equipo Osasunalde fue espectacular. Por detrás, se formó un grupo con Garmendia, Javier Portilla, hermano del ‘guerrero de la jornada’, y JuanJosé Vicente. Juntos ascendieron Carmona y se presentaron en la línea de meta dónde ya esperaban Cosío, disfrutando de su tercera victoria en la prueba, y Busto, que de nuevo volvió a subir al cajón como ya hiciese en la edición del año pasado.

«Para mí es una carrera especial, en mi casa y es el objetivo del año.Se la dedico a mi familia y felicito a mis compañeros que hicieron un gran trabajo», declaró el ganador.

Por detrás fueron llegando uno a uno los más de 1.000 participantes que lograron terminar la prueba.Cada uno con una historia que contar y un reto que disfrutar. Pasadas las 19.00 horas aún se podía ver llegar a meta a algunos de los ‘esforzados’ que se decantaron por cubrir los 315 kilómetros.A los cinco puertos mencionados, ellos unieron el ascenso al Alto de Palombera. Una auténtica hazaña.

Una fiesta ciclista que repartió más de mil coronas para otros tantos participantes.