El representante de los grupos ecologistas y conservacionistas en el patronato del parque denuncia la ausencia de medidas preventivas y los impactos de las últimas obras en Oyambre

Emilio Carrera, representante de los grupos ecologistas y
conservacionistas en el Patronato del Parque Natural de Oyambre ha
denunciado ante la dirección del espacio protegido, las Consejerías
de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, de Medio Ambiente, el SEPRONA
y la Demarcacion de Costas la reposición por dos veces del vallado
perimetral del campo de golf después de los últimos temporales sin
haber solicitado permiso alguno ni estudio de evaluación de impacto
sobre el sistema dunar y el borde litoral, sobre el arenal
comprendido entre el aparcamiento y la bocana de la ría, sobre las
servidumbres establecidas por la Ley de Costas en la franja marítimo-
terrestre, y sobre las garantías de tránsito y acceso públicos en un
Lugar de Interés Comunitario y un espacio que se encuentra en el
interior del Parque Natural.

El representante ecologista ha exigido que se requiera de la
empresa gestora del Golf de Oyambre y de las Administraciones
Públicas responsables –Ayuntamiento de Valdáliga, Consejerías del
Gobierno de Cantabria y Ministerio de Medio Ambiente– explicaciones
adecuadas por la introducción de maquinaria pesada en el interior del
campo de dunas y la realización de labores de movimientos de tierras
y desestabilización de la vegetación y los suelos sin haberse
abierto expediente alguno, sin realizarse estudios específicos sobre
las causas de la intensa acción erosiva de las nuevas dinámicas
litorales, y sin adoptarse las medidas adecuadas para prevenir la
repetición de los hechos denunciados o facilitar, en su caso, los
necesarios equilibrios en los flujos intermareales en todo el
conjunto de playas, rías, estuarios, y marismas comprendidas entre
Los Llaos, Zapedo y La Rabia.

Emilio Carrera, ha reclamado, también, la necesidad de una acción
integral que establezca como prioridad la recuperación de la función
amortiguadora de las marismas y zonas húmedas adyacentes con el
respeto a su vegetación natural y la eliminación de diques, rellenos
y ocupaciones privadas y se extienda en el contexto del Parque y el
área de influencia costera para corregir los impactos ambientales y
sobre el paisaje que están detrás de los estragos cada vez mayores
que se observan sobre la pérdida de superficie de los arenales
existentes, la disminución del calado en la ría de entrada a San
Vicente, los destrozos en el mobiliario urbano y los trazados,
asentamientos y bienes más próximos al borde litoral, el
desmoronamiento de taludes, la red viaria…, sin olvidar la necesidad,
a medio plazo, de un retranqueamiento general de las
infraestructuras y equipamientos próximas a la franja
marítimo.terrestre, la apertura de mayores luces en puentes y
conexiones fluviales de ríos y arroyos –Rioturbio, Capitán, Los
Llaos, Bederna, Merón, Escudo y Gandarillas– cercanas a su
desembocadura en el mar, y el cumplimiento y ejecución de las
sentencias –incluyendo la retirada de los recursos que están
retrasándolas– sobre la variante de Oyambre, la escollera del Pajaro
Amarillo, el campo de dunas de El Rosal y el Polideportivo de Las
Tenerías, entre otras inicaitvas pendientes de unos programas de
restauración y corrección de impactos ambientales y sobre el pasaje
de los que se sigue sin saber nada.

Emilio Carrera.