Se lo había ganado. Jorge Zurita, madrileño, interventor municipal
–Funcionario de la Administración Local con habilitación nacional- que
llegó al Ayuntamiento de Cabezón de la Sal hace aproximadamente cuatro
años (Agosto de 2010) y lo hizo con el reto de poner orden, racionalidad
y trasparencia en las cuentas públicas municipales y de paso acabar con
las deudas extrajudiciales.
Durante ese tiempo Jorge, que llegó en sus propias palabras “con poquita experiencia, pero con muchas ganas de trabajar” y donde “se ha hecho mayor profesionalmente”
ayudó con su desempeño a que el actual equipo de gobierno pusiera orden
en las cuentas públicas, apoyando desde el principio acciones como
auditorías, un Plan de Saneamiento o un Plan Económico y Financiero
2012-2016, que ayudaran a ajustar los números y dar fluidez a un
Ayuntamiento que se ahogaba con una deuda de alrededor de 2 millones de
euros.
Calurosa despedida para el Interventor Municipal Jorge Zurita
10 junio 2014
Su gran trabajo y ayuda a la hora de
buscar vías de financiación económica y desde la rigurosidad implantando
criterios de intervención en todos los departamentos municipales ayudó
sobre manera a encontrar la estabilidad económica y la normalidad en
cuanto al trabajo con proveedores y trabajadores municipales.
Pero sobre todo Jorge ha llevado toda
esta labor desde una gran disponibilidad, flexibilidad y un gran trato
humano, razones que le han ganado el aprecio, el respeto y la
consideración de todos los técnicos y trabajadores del consistorio, así
como del propio equipo de gobierno.
Pero para Jorge, que reconoce que Cabezón “es lo más grande que le ha pasado” y que “no olvidará Cantabria fácilmente”, cree que “ha cumplido un ciclo”
decidió ya en Abril de este año buscar un nuevo horizonte profesional,
lo que le ha llevado a aceptar una plaza vacante en San Antonio de
Portmany (Ibiza, Illes Balears).
Esta atractiva población insular de
22.500 habitantes, será el destino de Jorge, que recibió en una
divertida comida de despedida al más puro estilo ”ibicenco” de
mano de la Alcaldesa Esther Merino una placa con el escudo de Cabezón de
la Sal en reconocimiento de su trabajo, así como numerosos regalos de
sus compañeros y amigos que harán que no olvide fácilmente su paso por
Cantabria.
Esperanzado por el reto que comienza pero triste también por lo que queda atrás afirma que “lo que deja en Cantabria es mucho cariño y un montón de amigos”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 Opiniones...Anímate a participar :
Publicar un comentario