Los animalistas denuncian a Cabezón de la Sal por el concurso de arrastre del Día de Cantabria

21 agosto 2015

El Partido Animalista (Pacma) ha denunciado al Ayuntamiento de Cabezón de la Sal por maltrato animal en el concurso de arrastre del Día de Cantabria celebrado el pasado 9 de agosto. La formación asegura que se sometió a los animales a un esfuerzo extenuante arrastrando piedras de 1.800 kilos a pleno sol, para lo cual se golpeó con varas a los bueyes en la cabeza, el lomo y las patas. La denuncia se dirige contra el Ayuntamiento por autorizar el arrastre de piedras por bueyes y el posterior marcaje a fuego de los animales en la XLIX edición del Campeonato. Desde el ayuntamiento se han producido reacciones distintas y mientras el concejal de Ganadería, Héctor Vélez (PRC), justifica este actividad en que se trata de una tradición, el concejal de Festejos, Felipe Ruiz, admité que no acudió al concurso porque no está de acuerdo con esta práctica.


Con esta son ya tres las denuncias presentadas por el partido este verano, que también denunció recientemente la carrera de burros de Tanos y la instalación de un circo de animales en Reinosa.
En una nota de prensa, Parcma asegura que los animales "cabeceaban para tratar de salir del trazado y espumeaban por la boca del sobreesfuerzo”, y para probar sus afirmaciones envían un vídeo rodado ese mismo día.

Destacan, asimismo, que al finalizar el arrastre de piedras, se produjo el ‘marcaje’ de los animales, “que trataban de huir mientras varios mozos les acorralan”, se lamenta el Pacam que también pone el acento en cómo fueron "asidos por los hocicos, los orificios nasales, por las patas y el cuello, forzándoles a adoptar posturas muy dolorosas”.

Según señala el partido, el marcado a fuego se realizó con hierros candentes que se aplicaron directamente sobre la piel de los animales, sin que en ningún caso se les aplicase ningún anestésico para el dolor producido por la quemadura de la piel y la carne. En algunos casos, afirman, “los participantes introducían la mano en la boca de los animales para sujetarles la lengua y evitar los gritos y gemidos de dolor”.

Desde Pacma aseguran que este proceso de marcaje individual que se lleva a cabo en Cabezón de la Sal desde hace casi cincuenta años, "es innecesario desde la implantación de las identificaciones individualizadas de los crotales en toda Europa, y en todo caso, si se opta por esta cruel doble identificación, se recomienda la sedación, por el gran dolor que sufren los animales, además de derivar habitualmente en lesiones de la piel, infecciones y problemas de cicatrización".

Por su parte, el concejal de Ganadería en el Ayuntamiento de la localidad, Héctor Vélez (PRC) justificó el acto basándose en que “se trata de una tradición que se lleva haciendo toda la vida y el marcaje a fuego es lo más normal y lógico”. En todo caso, explicó, “dos veterinarios de una empresa contratada por la Consejería de Ganadería del Gobierno de Cantabria supervisaron el arrastre durante toda la jornada”. El papel de estos veterinarios, según el concejal, “es garantizar el bienestar de estos animales”. “Miraron hasta los camiones para certificar los metros cuadrados que tenían para trasladar a los animales”, dijo Vélez, quien sin embargo, aludió a que esta práctica “se lleva a cabo en muchos pueblos, como Comillas o San Vicente de la Barquera”. “También en la plaza de Santander matan toros”, argumentó.

El concejal de Festejos, Felipe Ruiz, señaló sin embargo que decidió no asistir al arrastre “porque no estoy de acuerdo con esta práctica, ya que se hace sufrir a los animales”.

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