Nunca pensé que ser líder de una gran vuelta fuera tan
duro. Yo, normalmente, estoy acostumbrado a terminar las etapas y, acto
seguido, para el hotel a descansar. Pero ahora tengo otros trabajos
extras, aparte de intentar que no me roben el maillot rojo. Podio,
prensa, fotos, autógrafos... La verdad es que lo llevo bien aunque no
estoy acostumbrado. Soy una persona tímida e introvertida pero, ante
tantas muestras de cariño, es difícil decir que no. No sé si haré bien o
no, pero yo intento agradar a todos. Quería daros las gracias a todos
los que me habéis empujado con vuestros ánimos en Peñacabarga. Ha sido
muy emocionante. Nunca lo imaginé así. Pero lo que más me ha llegado al
alma ha sido ver a mi madre cómo me miraba cuando subí al podio. Se lo
merece, que conmigo ha pasado malos ratos también a cuenta de la bici.
Que decir de la afición, de los de mi peña y de mis
amigos Capi y Aurelio. Que subidón cuando les vi en meta. Y es que en la
subida me fue imposible reconocer a nadie. Imposible con el 'achuchón'
que me tuve que meter para coger a Froome. Eso de pasar por todos los
sitios y que la gente grite tu nombre es increíble.
Quiero deciros que gracias a vosotros he conseguido
retener el maillot de líder un día más. Sin vuestro aliento no lo
hubiera conseguido. Ha sido un apoyo que me ha ayudado a retener el
maillot.
Me cuentan que en Cabezón estaban todas las casas vacías.
Espero que los 'cacos' no se enteren porque lo tendrían fácil. Me han
dicho que el domingo se van todos a Madrid. No sé si me verán de rojo o
en el podio, pero la cosa pinta bien. Espero no defraudarles. Nada más
llegar al hotel he intentado recuperar lo mejor posible porque hoy va a
ser un día muy duro. Espero que estéis todos hoy en las carreteras.
Vuestro apoyo es mi gasolina. Gracias.
Por Juanjo Cobo.
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