Solo el 4 por ciento de los menores atendidos por los Servicios
Sociales cántabros a través de los centros de infancia y adolescencia se
encuentran en una situación de desprotección grave, y un 78 por ciento
están en riesgo o en un estado de desprotección moderada.
Esta es
una de las conclusiones de un informe del Instituto Cántabro de
Servicios Sociales (ICASS) sobre la actividad de los centros de infancia
en 2011.
Según este informe, en junio había 397 menores atendidos
en estos centros, lo que supone un grado de ocupación del 88,62 por
ciento de las plazas disponibles.
En centros como los de Cabezón
de la Sal, Reinosa o Laredo la ocupación era total, mientras que en
otros como los de Suances o Camargo apenas superaba el 53 por ciento.
Por
su parte, el número de menores por educador oscilaba entre 3,67 niños
por responsable en la Casa de los Muchachos de Torrelavega o los 15
menores por educador registrados en el centro de Reinosa y en el de
Liébana y Peñarrubia. La media del conjunto de centros era de 9,23
menores por educador.
Los niños y adolescentes atendidos en la red
son principalmente varones (el 60 %), se concentran sobre todo en la
franja de edad de 6 a 16 años (el 84,13 %) y en la mayor parte de los
casos (el 74,31 %) son españoles.
El informe analiza también la
calidad de la atención prestada en los centros e incluye recomendaciones
de mejora en los distintos ámbitos analizados.
Algunas de esas
recomendaciones pasan por garantizar una participación real de los
menores en la elaboración y revisión de su plan de actuación y por
mejorar también la implicación de las familias.
Otros de los
consejos apuntan a la necesidad de mejorar la seguridad de los centros o
de asegurar que los ordenadores conectados a internet tengan filtros de
seguridad que limiten el acceso a contenidos inapropiados.
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