Cantidades enormes de alegría,
dedicación y ni un ápice de vergüenza. Pero sobre todo en el carnaval de
Cabezón de la Sal hubo, como cada año, creatividad y muchas ganas.
Los disfraces para cambiar de
identidad se preparan con ahínco durante meses y cuando llega el gran
día, los nervios comienzan a palpitar en el estómago de los
participantes. Pero a eso de las ocho, cuando la tela de los disfraces
comienza a lucir a los pies de las farolas en el desfile que recorre el
municipio, los vecinos y los que vienen de fuera se unen para dejarse
llevar por la música del carnaval.
Las murgas destacaron en el famoso
desfile con gorros, pelucas, un montón de maquillaje y mucha
imaginación. Así, todo tipo de disfraces inundaron las calles del pueblo
y los asistentes disfrutaron con la orquesta Onda Futura hasta altas
horas de la madrugada.
1 Opiniones...Anímate a participar :
Somos los mejores...menudos carnavales. Ni los de Janeiro, jeje
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