El equipo de gobierno de Cabezón de la Sal está dispuesto
a resucitar uno de los proyectos más importantes para el municipio, la
construcción del nuevo Centro de Salud en el barrio El Concejero, que se
ha convertido en uno de los caballos de batalla de los nuevos
responsables después de los continuos retrasos que ha venido sufriendo
el proyecto desde que en el año 2009 se aprobara la cesión del terreno
en que se pretende levantar el nuevo edificio.
Después de que desde mayo del pasado año, cuando la
empresa adjudicataria licitara la redacción del anteproyecto en 59.000
euros, no se haya vuelto a dar ningún paso más en la consecución de este
proyecto, que se convirtió en una especie de fantasma, la alcaldesa,
Esther Merino, ha llegado a un acuerdo con la empresa propietaria del
terreno, Lamadrid Rodríguez, con el que comienza un nuevo capítulo de
esta historia.
Lo primero que hay que hacer, explicó la alcaldesa, es
«solucionar el tema del convenio firmado entre el anterior equipo de
gobierno y la empresa Lamadrid Rodríguez», según el cual la empresa
cedió el terreno, una parcela de 8.000 metros cuadrados ubicada en El
Concejero, al Ayuntamiento para construir el centro de salud.
La contraprestación
La contraprestación que pedían los titulares de la finca
es que a cambio de que se aprobase el Plan General de Ordenación Urbana
antes de que finalizase el año 2011. Además, en este convenio se incluyó
una cláusula de penalización para el Consistorio: «Había que aprobarlo
y, de no ser así, el Ayuntamiento debía pagar a la empresa propietaria
el valor del terreno, cifrado en un millón de euros», aseguró Merino.
En el año 2011 finalizó y no se llegó a aprobar ningún
Plan General. Sin embargo, alcaldesa y propietaria han podido llegar a
un nuevo acuerdo según el cual el Ayuntamiento queda eximido de pagar el
millón de euros «siempre y cuando nos comprometamos a agilizar la
aprobación del Plan Parcial de la urbanización El Concejero a la vez que
el Plan General», explicó Merino, «en vez de aprobar primero el PGOU y
luego empezar con el Plan Parcial». En realidad se trata de una medida
para que el proyecto no se vuelva a dormir en los laureles. El plan
parcial consiste en diseñar la zona donde se va a edificar el nuevo
centro de salud. Merino calificó la medida de «buena para el
Ayuntamiento, sobre todo dada la situación de crisis en que nos
encontramos».
El actual centro de salud de la villa se construyó en
1986 y se ha quedado pequeño para responder a las necesidades de los
14.388 vecinos residentes, además de en Cabezón, en Ruente, Mazcuerras,
Pumalverde y Roiz. Después de los no pocos problemas y controversias que
se vienen sucediendo desde que en febrero de 2009 el exconsejero de
Sanidad, Luis María Truan, dijera que hacía falta un nuevo centro de
salud, y pusiera las cartas del lado del Ayuntamiento cabezonense, la
situación ha estado estancada durante meses. Ahora, con este nuevo
acuerdo, el nuevo centro de salud parece un poco más próximo.
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