La nueva modificación de la ley del suelo, anunciada a
principios de esta semana por el Gobierno regional, se ha ganado el
aplauso de los alcaldes cántabros. La mayoría asegura mirar con buenos
ojos a esta reforma que, al fin, atenderá de forma ágil las demandas de
aquellos vecinos que veían como pasaban los años y no podían dar uso a
sus terrenos rústicos con la construcción de una vivienda o la
rehabilitación de la ya existente. Sin embargo, prefieren ser prudentes a
la hora de vaticinar la repercusión que tendrá en sus núcleos de
población. Temen generar expectativas que luego no lleguen a buen puerto
como ocurriera con la modificación aprobada en 2009 que, lejos de
aligerar, se perdía en continuos trámites administrativos. De momento -
dicen- se ha dado un paso firme que «desbloqueará la situación que
venimos padeciendo». Un paso, que según las cifras que maneja el
Ejecutivo regional, supondrá la creación de mil viviendas unifamiliares
distribuidas de forma equilibrada entre los 102 municipios.
Para el presidente de la Federación de Municipios de
Cantabria, Julián Vélez, con esta segunda reforma de la ley se atiende
una reivindicación que «llevábamos tiempo reclamando». Y no solo eso,
sino que «por primera vez en la historia participamos activamente en la
elaboración del texto».
Vélez pone en valor que esta modificación, a diferencia
de la anterior, supone «claridad» y «seguridad jurídica» para los
ayuntamientos y para los propietarios. «La misma -explica- contempla que
se levanten de manera ordenada edificaciones alrededor de los núcleos
ya existentes, al margen de que se haya desarrollado un plan parcial».
Eso sí, las casas tendrán que estar a unos doscientos metros de
distancia y ocuparán parcelas de 1.500 metros cuadrados. Cifras
inferiores a las fijadas en 2009.
Como alcalde de San Vicente de la Barquera, Vélez
reconoce que es «difícil» cualificar el número de viviendas que se
pondrán en marcha. No obstante, aventura que en cuanto se apruebe el
documento, a principios de verano, se tramitarán unos 15 ó 20
expedientes para nuevos inmuebles a los que habrá que sumar las
rehabilitaciones. Los núcleos preferentes serán Gandarilla, Hortigal,
Abaño y la Acebosa donde, en principio, más demanda existe.
En el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio también hablan de
valoración positiva ya que, según su alcalde, Pedro Martínez, para los
municipios que, como el nuestro, todavía no tienen aprobado el Plan
General, será un instrumento para desarrollar el suelo rústico de
protección ordinaria. En su caso, tendrá repercusión en los 16 núcleos.
Estimaciones
Martínez, como el resto de regidores, insiste en la
dificultad de hacer estimaciones, sobre todo, porque la situación
económica ahora es complicada, pero calcula que se puedan construir
cerca de 20 viviendas unifamiliares en un plazo de dos años. De hecho,
señala que desde que apareciera en prensa la noticia «han venido a
interesarse al Ayuntamiento ya cinco personas, aunque luego hay que ver
si sus parcelas cumplen los requisitos marcados».
En Pesquera, sin embargo, no esperan que tenga mucha
incidencia ya que el Plan General, pendiente de aprobación, «aumenta el
suelo urbano por lo que apenas queda rústico», según palabras de su
alcalde Rubén Ruiz quien asegura que «hasta ahora no hemos tenido
ninguna petición para levantar viviendas unifamiliares».
En Cabezón de la Sal, la alcaldesa, Esther Merino, cree
que aproximadamente doscientas fincas o parcelas se podrían beneficiar
de esta ley aunque no se aventura a decir cuántas viviendas
unifamiliares se pueden levantar, ya que «dependerá de cada
propietario». Los núcleos que podrían crecer son Carrejo, Santibáñez,
Vermejo y Bardalón (zona del polígono industrial). No obstante, Merino
señala que esta nueva normativa se adaptará dentro del planeamiento
pendiente aprobación.
En Comillas también ven positiva esta modificación para
obtener las denominadas 'corolas' aunque el concejal de Urbanismo, José
Luis Rivas, señala que «redactaremos un plan especial para evitar el
crecimiento desordenado». La zona del parque de Oyambre es la que se
beneficiaria mayoritariamente en el municipio.
La regidora de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio,
rechaza hacer cálculos hasta que se aprueba la reforma. Toribio no
quiere generar «falsas expectativas» como ocurriera con la anterior ley,
pues dice que los vecinos se sintieron «engañados» al creer que los
trámites administrativos serían inmediatos. Números aparte, lo considera
una «buena medida» de cara al aprovechamiento de las fincas por parte
de los hijos y la creación de empleo en pequeñas empresas y promotoras.
En su municipio, las zonas preferentes serán Coo, Barros o San Mateo.
Cálculos y estimaciones
En Cartes, Bernardo Berrio también da la bienvenida a
esta futura ley del suelo que, según sus primeras estimaciones, podría
afectar a 150 fincas de los núcleos de Bedicó, Mercadal o Yermo que «se
podrán volver a poblar». Como sus compañeros, hace hincapié en las
pequeñas empresas y autónomos que encontrarán en esta medida un
«estimulo».
En Voto hablan de «ilusión» y «necesidad» para valorar lo
que, de momento es un borrador. Su alcalde, José Luis Trueba, cuenta
que desde hace años venían demandando una ley así. Y es que este
municipio «con mucho terreno rústico y población diseminada» obtendrá
importantes beneficios. Además, de la reactivación económica Trueba
alude a la emigración. «Muchos jóvenes han dejado el medio rural porque
no podían hacer una casa en la parcela de sus padres y a partir de este
verano cambiará la tónica». El regidor lamenta todo el tiempo que han
estado sin posibilidades de desarrollar la construcción en tierras
rústicas pero ahora «se nos abren muchas puertas». Calcula que esta
nueva ley repercutirá en más de una veintena de núcleos pero no precisa
datos, ya que al ser fincas segregadas pueden llevarse a cabo más de
una actuación.
Desde Ampuero entienden que esta modificación responderá a
una demanda social de los vecinos y a la vez permitirá un crecimiento
acorde con la tipología sin que se rompan los núcleos edificativos. Su
regidor, Patricio Martínez, manifiesta que los núcleos donde se puede
aplicar esta ley son Udalla, Vernales, La Bárcena, Ahedo y Rosón
descartando el entorno de Ampuero y Marrón (el de abajo) por su carácter
urbano. Considera complicado hacer una estimación, pero «no se va a
construir de manera exagerada y serán demandas muy localizadas».
En otros municipios como Santoña o Reinosa sin apenas suelo rústico está nueva normativa pasará sin incidencia alguna.
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