Del barrio de La Pesa, en Cabezón de la Sal, a la
alfombra roja de los Oscar. Ahora, las salas de cine de todo el país
proyectan su última película: Extraterrestre. Nos hemos acercado al
pueblo de Nacho Vigalondo para conocer cómo se fraguó el artista.
“Cuando pasó al instituto, andaba todo el día con la cámara al hombro y
hacía sus peliculillas”, explica su madre, Esperanza Palacios. Los
profesores reconocían su talento ya en los comienzos y recuerdan que
“junto a Alejandro Tejería (actor en Águila Roja), su compañero, hacía
cortometrajes”, como afirma José Antonio Gallego.
El trabajo que le llevó a la fama fue el cortometraje
7.35 de la mañana, en el que el cántabro participó como guionista,
protagonista y compositor de la música y donde incluso dio un papel a su
madre, quien a la llamada de Vigalondo se presentó en Madrid creyendo
que tenía que preparar el avituallamiento como en otras ocasiones. “Y me
dice que baje que hay que ensayar la coreografía”, explica.
0 Opiniones...Anímate a participar :
Publicar un comentario