La mano derecha de ‘El Bigotes’, con domicilio fiscal en Sada

Entre los 17.000 folios que se han hecho públicos del sumario del caso Gürtel hay un hueco para el municipio coruñés de Sada. Allí, en el lugar de Seixeda, al final de un estrecho camino escondido que muere en un riachuelo, está el domicilio fiscal de la mano derecha de Álvaro Pérez, El Bigotes, presidente de Orange Market, una de las principales empresas involucradas en la trama y fundada por el ex secretario de Organización del PP de Galicia, Pablo Crespo. Cándido Herrero, también imputado por Garzón, figuraba como “residente” en esta propiedad para el fisco, aunque sus vecinos aseguran que casi no lo conocen y solo pasa por allí “como mucho, un fin de semana o dos al año”.

Cándido Herrero Martínez es natural de Carrejo (Cabezón de la Sal, Cantabria), donde vive gran parte de su familia, y tiene 48 años. Comenzó su carrera en una tienda de electrodomésticos en su localidad natal, y posteriormente se fue a trabajar en el mismo campo a Torrelavega. Extravertido y con labia, aunque no un gran gestor, llegó a Galicia en los años noventa, después de que Canal+ lo fichase como comercial en la comunidad.

Ya metido en el mundo de la publicidad, conoció al ex dirigente del PP gallego Pablo Crespo y pasó a a ocupar, desde el 24 de octubre de 2008, el puesto de consejero delegado en Orange Market. Ahora está imputado por presuntos delitos de tráfico de influencias, cohecho, fraude fiscal y blanqueo de capitales. Al menos hasta 2007, sus datos fiscales estaban relacionados con Sada, y en el registro de la propiedad, la casa amarilla de una sola planta en el fondo del camino aparece a su nombre.

La vivienda no es especialmente lujosa ni está en un lugar privilegiado, pero tiene unos 160 metros cuadrados de planta y la parcela mide, en total, unos mil metros cuadrados. A pesar de que no está habitada, está perfectamente cuidada ya que, como cuentan algunos vecinos, Herrero tiene personal contratado para mantener la casa y el jardín en perfectas condiciones.

En la documentación del Gürtel, aparece en condición de residente de la misma, pero “hace mucho, mucho tiempo” que los habitantes de la zona no lo ven aparecer por allí. “Cándido, sí, sabemos su nombre y en la zona se le conoce como el dueño de esa casa, pero no tengo ni idea de dónde puede estar ahora”, asegura una mujer. Su marido confirma que “casi no aparece por la zona, como mucho un fin de semana o dos al año”. Los vecinos desconocen totalmente su vida y ninguno sabe en qué trabaja. Mucho menos que está imputado por Garzón en el Gürtel. “No teníamos ni idea”, confiesa un hombre totalmente sorprendido.

Cándido Herrero no construyó la casa, sino que se la compró a un fontanero sadense “hace unos doce o quince años”, en la época en que llegó a Galicia. Ahora, es una de las pocas propiedades que tiene, al menos de las que están registradas a su nombre.

Por ahora, se desconoce cómo llegó a tener feeling Cándido Herrero con el ex dirigente popular Pablo Crespo, pero las relaciones empresariales del Gürtel en Galicia parecen claras. Herrero permanece imputado en el caso, implicado, entre otras cosas, por la declaración de uno de los empleados de Orange Market, Adrián Senín. Éste afirmó ante la Policía Judicial que fue Herrero quien le ordenó tratar de salir con dos bolsas de plástico llenas de documentación comprometida cuando la Policía Nacional resgistró la sede de Orange Market. Los Bigotes del caso crecen, y su pelambrera llega hasta el último rincón de A Coruña.