El paso de algodón a pantalón. El nuevo museo textil que el
Ayuntamiento de Cabezón de la Sal ha puesto en marcha permitirá
aprender cuál es el proceso desde que el algodón entra en la fábrica
directamente de la planta hasta que se convierte en la tela elaborada
que luego compramos. Un proyecto largo que lleva mucho tiempo madurando y
poco en práctica, pero que la alcaldesa, Esther Merino, ya augura listo
para el verano. «Estamos instalando las vitrinas donde va a ir el
material y ya hemos empezado a llevar las primeras máquinas».
Su ubicación es la planta baja del edificio donde
actualmente se encuentra el Museo del Traje Regional, en el barrio El
Concejero. Una ventaja, porque «en la planta de arriba se puede ver cómo
la misma tela después se utiliza para confeccionar trajes regionales».
Aunque aún es un caramelo sin abrir, el proyecto promete, al menos desde
el punto de vista de la regidora. «Una iniciativa muy importante a
nivel educativo y formativo que además puede servir de nexo para visitar
después la Textil Santanderina», que es una empresa estandarte en el
municipio y la región.
El artífice del que será un nuevo recurso turístico para el
municipio es Ricardo Pons, una personalidad vinculada a la Textil
Santanderina desde hace años, al que desde el equipo de gobierno
agradecen «su esfuerzo y trabajo en la recopilación de maquinaria y
material para llevar a cabo esta iniciativa». «También hemos recibido el
apoyo del director de la Textil, Juan Parés», matiza Merino. En total,
80 metros cuadrados de museo donde se conocerá la creación de algo tan
cotidiano como un trozo de tela.
Atractivo turístico
Además, contará con una novedad como atractivo turístico.
«Tenemos intención de instalar un sistema audiovisual para que los
visitantes partan de un conocimiento global y luego realicen la visita
de forma más pormenorizada». Un museo del siglo XXI que la alcaldesa ya
hizo público en el verano de 2011, «cuando anunciamos que uno de
nuestros objetivos era poner en marcha este proyecto por el arraigo del
municipio con la empresa Textil Santanderina». Así, se partirá de la
materia prima para ver cómo se elaboran los diferentes tipos de tela,
como una visita a las entrañas de la empresa pero en forma de museo.
Aunque el equipo de gobierno es consciente de que entre
máquinas y vitrinas el espacio quizá se quede un poco pequeño.
«Esperamos poder ampliarlo en un futuro», prevé la regidora. Sin
embargo, por ahora la única predicción que pretende que se cumpla es ver
cómo los turistas acuden a visitarlo este verano.
Además, será una idea atractiva de cara a la formación.
«Podemos enfocarlo para que acudan excursiones de escolares que puedan
apreciar cómo se desarrolla el proceso de crear una prenda». Servirá
para enseñar a los visitantes que en Cabezón de la Sal hay una industria
textil muy potente, que da trabajo a múltiples vecinos de la comarca y
que, desde su creación, en 1923, no ha dejado de crecer hasta
convertirse en un referente tanto a nivel nacional como internacional.
El Museo Textil podrá ser el mejor ejemplo de la tradición de esta
industria en Cabezón de la Sal.
1 Opiniones...Anímate a participar :
Me parece una idea estupenda. En Semana Santa estuve en Plasencia y precisamente visité el museo etnográfico y textil. Pudimos ver todo el proceso desde los telares hasta el culmen que eran los trajes regionales. Muy interesante y didáctico para los niños y los mayores. No nos perderemos el que hagan en la tierra de mi padre!
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